miércoles

¿Cómo aprendió a leer el cerebro?

En sus confesiones autobiográficas, Agustín de Hipona narra una extraña situación: su maestro, Ambrosio, leía para sí mismo. En esa época, la lectura era una actividad pública, la élite letrada leía la Biblia en voz alta a las masas analfabetas como servicio público. Sócrates, modelo de muchos intelectuales, con toda probabilidad hizo lo mismo con los iletrados de su época.



Hoy todos somos lectores. Las evidencias sugieren que la lectura, la cual depende de un alfabeto, materiales de escritura, el papiro y cosas así, tiene sólo alrededor de 5.000 años de antigüedad. El cerebro en su forma moderna tiene aproximadamente unos 200.000 años, y las imágenes del cerebro leyendo, muestran que la lectura tiene lugar de la misma forma y en el mismo lugar en todos los cerebros. En unos pocos milímetros de la parte inferior del hemisferio izquierdo, los cerebros humanos comparten un punto caliente de lectura (Stanislas Dehaene lo llama el "buzón"[letterbox]).

Dehaene construye su libro de manera clara e interesante en torno a esta "paradoja de la lectura", que en realidad tiene más de rompecabezas que de paradoja. En el procedimiento estándar de la neurociencia cognitiva se asume que, un área del cerebro dedicada a una función determinada, especialmente cuando es universal, se trata de una adaptación que ha ido evolucionando para servir a una función relacionada con el éxito reproductivo. El buzón, sin embargo, no puede ser una adaptación, ya que la lectura es una invención absolutamente reciente, a diferencia de la capacidad neurológica para el lenguaje y la socialización que han ido evolucionando con tiempo suficiente. Es más, el buzón no se superpone a las áreas utilizadas para el habla; sino que debe tratarse de una "exaptación": un área del cerebro que evolucionó para hacer una cosa, pero que ha sido asimilado por hacer otra.

Dehaene llama a esto la "hipótesis de reciclaje neuronal", que le gusta anunciar con considerable fantarria como la solución a la "novela" del rompecabezas de la lectura. Él ve esta hipótesis como apostar a un término medio entre la postura de la tabla rasa y punto de vista determinista de la naturaleza humana. La hipótesis de reciclaje neuronal explica que "la arquitectura del cerebro humano obedece a fuertes restricciones genéticas, pero que algunos circuitos se han desarrollado para tolerar un margen de variabilidad", escribe Dehaene. "Parte de nuestro sistema visual, por ejemplo, no es del tipo determinista, sino que deja una puerta abierta a los cambios del entorno. Dentro de un cerebro, por lo demás bien estructurado, la plasticidad visual dio a los antiguos escribas la oportunidad de inventar la lectura".

¿Qué hizo que el módulo de lectura originario evolucionara? Dehaene se permite que la respuesta a esta pregunta siga siendo un misterio hasta el final, mientras que lleva al lector a un fascinante recorrido por la neurociencia de la lectura. Es un libro interesante y completo de un brillante escritor y científico.

Finalmente, llegamos a la solución, ciertamente especulativa, del susodicho rompecabezas. El área de lectura asimilado se desarrolló originalmente para conseguir la agudeza visual necesaria para rastrear animales, una habilidad con los beneficios obvios de supervivencia. Algunas de las pruebas de ello proviene de esa línea de estudio, de la detección de los límites del área del buzón, lo que también explica las universales características visuales de todos los alfabetos.

¿Perdimos la capacidad de rastreo, ya que la lectura ha asimilado este espacio neural? ¿Ha disminuido por ello nuestra capacidad para "leer" los patrones de la naturaleza? Esto es algo que a Dehaene le resulta más difícil de precisar. El cerebro tiene tanto poder de cálculo que parece dudoso que la lectura haya eliminado la capacidad original.

Me hubiera gustado especular con Dehaene sobre el futuro de la lectura. Algunos piensan que la lectura se volverá obsoleta, tal y como las nuevas tecnologías reutilizan las rutas visuales y auditivas para hacer por nosotros lo que hace la lectura. ¿Cuál será la siguiente conspiración de la cultura y el cerebro? Vamos a averiguar cómo leen los cerebros, precisamente cuando estamos a punto de vivir como almas inteligentes que no leen. Socrates redux [Sócrates vuelve].



http://bitnavegante.blogspot.com/2009/11/como-aprendio-leer-el-cerebro.html

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