miércoles

La conciencia

La conciencia es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos y del mundo exterior, es el rasgo distintivo de la vida mental, lo que nos permite darnos cuenta de lo que ocurre y permanecer alerta ante la realidad. Es el resultado de la acción simultánea de una amplia serie de fenómenos psíquicos. Se basa en una facultad de percepción que extrae directamente información del mundo exterior a través de los sentidos, e indirectamente a través de los recuerdos almacenados en la memoria.


Cuando los elementos que componen la conciencia funcionan de modo adecuado, el individuo tiene una percepción y una valoración nítidas de sí mismo, de los demás y de las cosas que le rodean: dicho de otra forma, su conciencia está lúcida. Lucidez y claridad son sinónimos que se utilizan en psiquiatría para definir la situación normal de la conciencia.


La conciencia se mantiene alerta mientras el individuo está despierto. Con el sueño se va relajando progresivamente hasta quedar adormecida. Durante el sueño normal, los elementos psíquicos de la conciencia se mantienen en reposo o se encuentran modificados; así, al dormir el subconsciente se expresa a través de los sueños. En el estado consciente, los estímulos del exterior se integran en el sistema nervioso central. Las estructuras anatómicas que regulan este proceso son la corteza cerebral, el hipotálamo y el sistema reticular, que determinan conjuntamente el fenómeno de despertar, el mantenimiento del estado de vigilia y el sueño.


La conciencia puede afectarse e irse deteriorando progresivamente, hasta llegar a la inconsciencia. Un primer estado es la somnolencia, situación similar a la necesidad de dormir por la fatigabilidad de las funciones psíquicas, sobre todo de la atención. Cuando se acentúa, aparece el sopor, en el que el sujeto sólo responde a estímulos intensos. El coma es el grado máximo, en el que no hay respuesta consciente a ningún estímulo psíquico.


Existen entorpecimientos parciales de la conciencia, como la obnubilación. El sujeto obnubilado tiene una percepción confusa y borrosa del mundo exterior y de sí mismo, comprende lentamente, de forma incompleta, y suele tener dificultades para recordar lo ocurrido durante ese período. Cuando a esto se añade patología psíquica en forma de ilusiones y alucinaciones, aparece la confusión mental, en la que el sujeto no es capaz de diferenciar lo real de lo que deriva de su estado patológico. Los estados crepusculares son una forma particular de alteración de la conciencia, en ellos se estrecha el campo de la conciencia, toda la actividad consciente se centra exclusivamente en un objeto o grupo de objetos, fuera de los cuales el sujeto actúa como un autómata.


Las alteraciones de la conciencia derivan de problemas biológicos y psicológicos. El alcohol, ciertos fármacos, sustancias tóxicas cerebrales, enfermedades cerebrales agudas (encefalitis, hemorragias subaracnoideas...) y los tumores pueden alterar la conciencia en mayor o menor grado. Los trastornos psicológicos y determinadas enfermedades psiquiátricas, como la ansiedad, la angustia, la depresión, la esquizofrenia, ciertas neurosis y la histeria pueden provocar también alteraciones de la conciencia.


CONCIENCIA Y ALCOHOL. El alcohol es un alterador de la conciencia de primer orden. De 30 a 60 g de whisky reducen lo suficiente la percepción consciente como para transformar a un individuo tenso, ansioso y ligeramente deprimido en un «alegre despreocupado». El alcohol bloquea las inhibiciones y hace desaparecer la autocrítica, una persona «algo bebida de más» puede tener incluso una mayor fluidez en la conversación, ser más rápida de ingenio, más sociable.


Una mayor cantidad de alcohol reduce el funcionamiento cerebral al estado de embriaguez manifiesta. Aparece el habla poco clara, paso inseguro, se reduce el control sobre las emociones y la conducta. En esta situación de consciencia disminuida ocurren muchos accidentes mortales, suicidios y asesinatos. Cuando las dosis de alcohol aumentan, se entra en un estado de estupor, caracterizado por la relativa incapacidad del individuo para responder a los estímulos del ambiente. Si los niveles de alcohol en la sangre siguen aumentando, se puede llegar al estado de coma —el coma etílico—, en el que el sujeto corre incluso peligro de muerte, haciéndose necesaria la respiración asistida.

http://www.proyectopv.org/2-verdad/105marcospsifunc.htm


http://psicosenza.blogspot.com/2010/03/la-conciencia.html

“El cerebro en la infancia funciona como un labrador que quita las malas hierbas”

Según el profesor Tomás Ortiz Alonso, “el saber sí ocupa lugar, y mucho”. Únicamente hay que hacerse una radiografía del cerebro para darse cuenta de que todo en él es cuantificable y localizable, algo muy útil para la labor diaria en el aula.

“El hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”. Con esta frase de Ramón y Cajal empezó Tomás Ortiz la conferencia del pasado jueves 4 de marzo organizada por Acade en Madrid. Ortiz es doctor en Psicología y Medicina por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde dirige el Centro de Magnetoencefalografía de la Facultad de Medicina e investiga los procesos que conducen al hombre a hacer de la frase anterior una realidad. Para ello, dice, “lo que se necesita son unas redes neuronales bien organizadas, estructuradas e integradas, cuya construcción tiene lugar en la infancia y la adolescencia”.
En ese caso, ¿la Educación es la clave?
Sí, por ello hay que ofrecer una Educación adecuada que mantenga los valores, acentúe el trabajo escolar y organice los tiempos de estudio, descanso, ejercicio y juego. De la misma manera que aprende más el cerebro que organiza mejor la información, no el que más estímulos recibe.
¿Y eso cómo se consigue?
Mediante el conocimiento perceptivo frente al descriptivo, que es el que se suele dar en las aulas y hace que sepas cosas pero no que las sepas usar. El perceptivo se forma en las áreas ejecutivas del cerebro que toman decisiones, mientras que el descriptivo lo hace en las que acumulan información. El reto es que el niño aprenda para que tome decisiones sobre la información que acumula.
¿Cómo se puede aprovechar en clase la neurociencia?
A través de la neurociencia se sabe que los procesos de aprendizaje son analizables a través del cerebro: cómo llega un estímulo, se analiza, se procesa, se integra con otras áreas y se ejecuta. Hay dos procesos a tener en cuenta por la escuela: la dendrogénesis y la mielogénesis. El primero se da sobre todo en la infancia y actúa con las neuronas eliminando la mala hierba para que crezca la simiente. En el segundo se crean los cables que conectan las neuronas y se da principalmente en la adolescencia. Es importante saber el cuándo para adaptar el tipo de actividades, y que se producen en momentos diferentes en chicas y chicos.
¿Habría que ofrecer una Educación diferenciada?
Desde el punto de vista científico, sí. Por ejemplo, con la neuroimagen descubrimos dónde tenemos la actividad del lenguaje. Si nos hiciéramos una radiografía del cerebro, descubriríamos que la mayoría tiene más actividad en el hemisferio izquierdo que en el derecho, que las mujeres son más bilaterales y que hay personas que localizan en lenguaje en el hemisferio derecho más que en el izquierdo, siendo la dislexia una de sus consecuencias. La Educación debería ser diferente en función de cada caso.
¿Es posible cambiar la actividad del cerebro del disléxico?
Sí, con un tratamiento psicopedagógico de seis meses que pasa la actividad del hemisferio derecho al izquierdo.
¿Qué son los valores para un científico?
Un pilar básico en el desa-rrollo del cerebro. No tiene que ver con lo político o divino.Los valores son estrategias creadas en base a actitudes que han resultado exitosas a lo largo de la vida, llegando a ser adaptativas y útiles para organizar el cerebro. Según esta definición, la fuerza de voluntad es un valor para los científicos. Si pones a varios niños das un caramelo y les dices que, si esperan, les darás más, habrá unos que lo hagan y otros que no. El que espera tiene un rendimiento mayor: muchos caramelos. Y eso es una conducta que se enseña y, por lo tanto, puede ser cambiada por la cultura, la familia, la política o la religión.


Rendimiento


• Vigilar el sueño. Es básico para la consolidación de la memoria y la mejora de la plasticidad neuronal.
• La dieta. Comer pocas grasas, ligero y alimentos naturales, así como cereales, verduras, frutas, proteínas de soja y lácteos.
• Cuidar el desayuno. Es fundamental para desarrollar una buena actividad.
• Actividad física. Bien regulada, genera neuroplasticidad y es importante en la generación de neuronas.
• Balet. Ayuda a la organización en el aprendizaje, el lenguaje, la lectura y la atención. Además, la relación entre el movimiento y el aprendizaje continúa a lo largo de toda la vida.
• Las clases:
• Adecuar las capacidades cerebrales de cada niño.
• Favorecer la atención. Si está demostrado que los alumnos no pueden mantener el nivel de atención más de 15 minutos, habrá que darles un descanso o un cambio de actividad cada 15 minutos.
• Fomentar el conocimiento perceptivo y la motivación.
• Dar clases dinámicas y novedosas, y favorecer el ambiente estimulante y positivo con ritmos de baja frecuencia (5Hz).
• Ofrecer contenidos académicos cortos y precisos .




http://www.magisnet.com/noticia/5823/EDUCAR/%E2%80%9Cel-cerebro-infancia-funciona-labrador-quita-malas-hierbas%E2%80%9D.html

¿Ud. quería ver a los líderes mundiales en Neurociencias?

¿Cómo tomamos decisiones? ¿Ejercemos el libre albedrío? ¿Qué es la conciencia? ¿Qué es la cognición moral? Los temas más destacados de las neurociencias contemporáneas a cargo de los líderes de una especialidad que revoluciona la idea que teníamos de nosotros mismos.


¡Un acontecimiento histórico ahora para usted en IntraMed!

Ya nadie puede poner en duda que la ciencia replantea muchas de las ideas que teníamos de la condición humana. Las neurociencias contemporáneas son una de las disciplinas que nos interrogan y nos interpelan a cada momento. ¿Quiénes somos? ¿Cómo pensamos? ¿Cómo tomamos nuestras decisiones más trascendentales? Éstas y otras cuestiones han cruzado la frontera entre la ciencia y la filosofía, la ética o la moral. Los neurocientíficos están sacando a la luz aspectos del comportamiento humano que durante siglos permanecieron en la penumbra de la ignorancia o bajo el cono de sombras de una mitología sin evidencias. Estos temas no pueden dejar a nadie indiferente. Acá los científicos hablan de cada uno de nosotros, de nuestros pacientes, de nuestras propias vidas cotidianas.

El Simposio Internacional 4° aniversario del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) reunió en Buenos Aires a algunos de los líderes mundiales en neurociencias. Por primera vez en la historia científica del país se encontraron las mentes más brillantes para comunicar lo que saben, lo que aún ignoran y discutir la relevancia social y médica de sus investigaciones. En el MALBA se produjo un encuentro masivo al que acudieron personas de las más diversas disciplinas interesadas en cruzar los puentes entre las ciencias y las humanidades. El acontecimiento quedará como un hecho histórico para la cultura de nuestros días.

Gracias a la generosidad del Dr. Facundo Manes (director de INECO) y de su equipo de colaboradores ahora esa reunión se pone al alcance de todos en IntraMed.

¡Permanezca atento a IntraMed!

Durante el mes de Abril comenzaremos a publicar un ciclo de conferencias y la bibliografía fundamental de cada disertante. Habrá un foro donde usted podrá discutir son sus colegas de todos los países acerca de los temas abordados. Un formato novedoso y un contenido del más alto nivel científico que INECO e IntraMed desean compartir con los colegas de todo el mundo.


Los temas

Expertos mundiales en Neurociencias Cognitivas debaten sobre los siguientes temas: memoria, emoción, conducta, conciencia, empatía, creatividad, cognición social, toma de decisiones, neurobiología de la moral, inteligencia. Durante este simposio, tendrá la oportunidad de escuchar nuevas investigaciones sobre la forma en la cual el cerebro procesa información necesaria para el funcionamiento del ser humano en sociedad, desde la perspectiva de la normalidad y su significado en las enfermedades neuropsiquiátricas.

La neurociencia social refiere a la forma en que el cerebro media la cognición social, el intercambio interpersonal, las interacciones afectivas/cognitivas grupales, y aspectos relacionados que involucran a la psicología social y las dimensiones de la personalidad.

La perspectiva neurocognitiva ha representado un enorme avance para lograr un vocabulario común para una mejor comprensión de patologías psiquiátricas y neuroconductuales. Nuestra intención es discutir los alcances y limitaciones de las nuevas investigaciones, su contextualización en la sociedad moderna, los usos y prácticas a las que se aplican y la manera en que ésta ciencia afecta la vida cotidiana.




El Programa:

Mesa redonda de intercambio entre neurocientíficos y personalidades de la cultura.


Toma de Decisiones Humanas. La Hipótesis del Marcador Somático.
Antoine Bechara. Brain & Creatitivity Institute, University of Southern California, USA.

Neurobiología de la Conciencia
Tristán Bekinschtein. Cognition and Brain Sciences Unit, Cambridge, England.

Cognición Moral Humana
Jorge Moll. National Health Institute, USA.LABS - D´Or Center for Neuroscience, Rio de Janeiro, Brasil.

Los Costos y Beneficios de la Empatía: El precio de Ser Humano.
Jean Decety. Social Cognitive Neuroscience Laboratory, Departments of Psychology and Psychiatry, Chicago University, USA.

Persistencia de la Memoria
Iván Izquierdo. Pontificia Universidad Católica de Río Grande del Sur, Porto Alegre, Brasil.

Corteza Prefrontal, Ganglios Basales y Conducta Dirigida a Metas. Implicancias para los trastornos Neuropsiquiátricos.
Patricio O´Donnel. Department of Anatomy & Neurobiology, University of Maryland School of Medicine, USA.

Bases Neurales de la Regulación de la Conducta
Josef Parvizi. Department of Neurology, Stanford University, USA.

¿Qué Revela la Demencia Frontotemporal acerca del Comportamiento Sociomoral?
Mario Méndez. Department of Neurology, University of California Los Angeles (UCLA), USA.

Libre Albedrío y Lóbulos Frontales
Facundo Manes. Instituto de Neurología Cognitiva (INECO). Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, Buenos Aires, Argentina.

La modalidad

1- Usted podrá acceder a través de la sección Campus Virtual de IntraMed. El Simposio se reproducirá íntegramente online y los contenidos serán:

a- Una conferencia audiovisual

b- Bibliografía en formato pdf para su posible impresión que podrá descargarse dentro de cada módulo.

2- Actividad participativa: foros de intercambio y resolución de consignas por módulo.


* Información importante:

1 .Su participación es libre y NO requiere inscripción previa.

2. Se trata de un ciclo de conferencias y NO de un curso por lo que NO se entregarán certificaciones de ninguna clase.




http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=64666

Chefs asesorados por científicos

Los grandes chefs se han convertido en personajes de moda en las sociedades modernas. Pero detrás de estos hombres que marcan modas y crean tendencias, en muchas ocasiones se encuentra un científico que trabaja en el campo de la neurociencia. "No es broma, se ha convertido en una vía más dentro de nuestra profesión. Los grandes chefs, normalmente, tienen a científicos como asesores", explica Félix Viana. Hay que tener en cuenta, añade el científico del Instituto de Neurociencias, que en la alta cocina "hay un componente importante de química molecular que permite jugar con la ambigüedad del comensal. Un plato que te esperas que sea caliente y luego está frío... Se trata de jugar con los receptores del cerebro con el fin de sorprender al comensal. Todo se traduce en pura neurociencia".
La industria alimentaria ha sabido sintetizar esto mejor que nadie. Como ejemplo, durante su ponencia Félix Viana mostró el listado de componentes de un sencillo batido de fresa para que el público viese la gran cantidad de componentes que incorpora y que provocan diferentes estímulos cerebrales.


http://www.diarioinformacion.com/alicante/2010/03/16/chefs-asesorados-cientificos/989462.html

Neuromárketing, o cómo llegar a la mente del consumidor y mantenerlo

La reducción de la demanda que se ha producido en una amplia variedad de sectores industriales, fruto de la actual coyuntura económica, ha obligado a las empresas a buscar nuevas fórmulas para asegurar el retorno en la inversión de sus acciones de Marketing. Entre las técnicas en las que se observa un creciente interés destacan las relacionadas con el comportamiento de los consumidores y la función del cerebro en el acto de compra.

Los avances producidos en la década de los noventa en el campo de las neurociencias, dedicadas al estudio del cerebro, permitieron conocer con mayor detalle el comportamiento psicológico de los consumidores. Y de esta convergencia entre las neurociencias y el marketing surgió el neuromárketing, disciplina cuya finalidad es aprovechar los conocimientos en los procesos cerebrales para aplicarlos a la relación entre empresa y consumidor, en campos tales como la comunicación, el posicionamiento, el producto, el precio, el branding y todos aquellos de los que se sirve una organización para lograr satisfacer las necesidades de un consumidor y así lograr retenerlo de un modo perdurable en el tiempo.

Para lograr dichos conocimientos sobre los procesos cerebrales del consumidor, el neuromárketing se sirve de las tecnologías utilizadas por las neurociencias, entre ellas el escáner cerebral, que permite conocer las reacciones de los consumidores ante estímulos comerciales concretos. Hoy es posible determinar, según las zonas que se activan cuando una persona está en contacto con un producto, cuáles son los atributos que generan aceptación y cuáles, rechazo. También es factible conocer el grado de recuerdo de un anuncio publicitario y ahondar aún más, buceando en las motivaciones de compra que, al ser desencadenadas por motivos no concientes, son difíciles de detectar con las técnicas convencionales.

En otras palabras, el neuromarketing parece ser la promesa del futuro (un futuro muy cercano) para encontrar mejores métodos con los que satisfacer las necesidades de los consumidores y lograr, de este modo, crear una relación que perdure en el tiempo. El neuromarketing es especialmente útil para conocer la información que se genera en las profundidades de la mente, esto es, aquella a la que sólo se puede acceder utilizando técnicas avanzadas. Las herramientas tradicionales de investigación de mercado, tales como encuestas o focus groups, no siempre permiten llegar a resultados satisfactorios. De hecho, en la historia del marketing encontramos una larga lista de productos que, aún cuando los resultados de las encuestas eran prometedores, no gozaron del favor de los consumidores.


El neuromarketing en acción

La utilización de escáneres cerebrales permite afinar las campañas publicitarias y hacerlas más eficaces. Hay empresas que, antes de proceder al lanzamiento de las piezas que las componen, las testean con una muestra mediante escáneres cerebrales. Esto les permite conocer de antemano cuáles son las reacciones de personas representativas de su target ante determinados estímulos y definir qué parte del diseño debe cambiarse y qué parte debe mantenerse.

En estos casos, el neuromarketing aplica la misma técnica que se viene utilizando con éxito en la industria cinematográfica para averiguar si una película va a contar o no con la aceptación del público. Esto se hace analizando, por ejemplo, el tipo de activación cerebral que se observa ante escenas de intriga, tensión, miedo o emoción.

Las técnicas de resonancia magnética también se utilizan en la planificación de la estrategia de medios. En este sentido, varios experimentos han demostrado que los anuncios en radio activan la zona del cerebro que almacena las memorias a corto plazo, los medios impresos permiten una mayor concentración y con ello un mayor recuerdo de la información, y la televisión es más eficaz para generar una respuesta emocional y a largo plazo.

Otra de las aplicaciones interesantes del neuromarketing está relacionada con el estudio del denominado sistema de recompensas (reward) del cerebro. Los escáneres cerebrales permiten conocer qué atributos de un producto provocan sensaciones de placer o bienestar en el consumidor y qué marcas han logrado una mayor conexión emocional. En este sentido, uno de los experimentos más conocidos es el que llevó a cabo el especialista en neurociencias Read Montague, quien quiso probar científicamente lo que Pepsi insistía en comunicar en sus anuncios: que en los test a ciegas su bebida siempre resultaba mejor valorada que su rival Coca-Cola.

Para comprobar esta afirmación, Montague replicó el test utilizando herramientas de neurobiología y observó que, en efecto, cuando los participantes bebían Pepsi se incrementaba la actividad cerebral en el putamen ventral, la zona asociada al placer y el bienestar tras la ingesta de alimentos. Posteriormente, invirtió la prueba y informó a los participantes de la bebida que estaban consumiendo en cada momento. En este segundo test el resultado fue favorable a Coca-Cola, debido a que cuando los participantes conocían de antemano qué marca estaban consumiendo se activaba la zona del cerebro asociada con los recuerdos y a las experiencias.

Ello le permitió demostrar que el cerebro humano no sólo responde al gusto o al sabor, sino también al vínculo emocional de cada consumidor con la marca en cuestión. En este sentido, Coca-Cola está mucho mejor "posicionada" que Pepsi, es decir, ha conseguido un vínculo emocional con sus clientes que va mucho más allá del mero sabor de su bebida, permitiéndole gozar del liderazgo absoluto en su categoría y contar con clientes auténticamente fieles a su producto.

Sin duda, y para esto es suficiente con observar y recordar las piezas publicitarias, la clave de los mensajes de Coca-Cola es su capacidad para generar emociones. Prácticamente en todos los anuncios el foco no está puesto en argumentos racionales, sino en imágenes que apuntan directamente al cerebro emocional.

Con éste y otros experimentos similares, el neuromarketing ha demostrado que cuanto más potente es un estímulo emocional, más profunda es la conexión neurológica que logra establecerse en la mente del mercado. Por ello las empresas que han logrado crear este tipo de relación invierten sumas considerables en campañas publicitarias con el fin de reforzar su marca, esto es, con el fin de asegurarse su "presencia" en las redes neuronales que enlazan la marca con la sensación de placer y bienestar.

Según Néstor Braidot[1], uno de los mayores especialistas en neuromarketing, la neurociencia cognitiva permite estudiar "cómo el cerebro construye una imagen sensorial de una marca y cómo la repetición de mensajes publicitarios que incluyen vivencias cotidianas hace que ésta se vaya grabando en las conexiones sinápticas del cliente de manera más sólida".

Esto se debe a que la información que ingresa en el cerebro por los sistemas sensoriales, sumada al aprendizaje del consumidor, esto es, a todo lo que tiene grabado en su memoria, estimula conexiones sinápticas entre diferentes neuronas, conformando redes interconectadas. O, en palabras del propio Braidot, «los sentidos están informando continuamente al cerebro sobre lo que pasa a nuestro alrededor, y las células cerebrales transmiten esta información comunicándose entre sí mediante señales eléctricas. Cuantas más veces experimente una célula el mismo estímulo, por ejemplo, ante la presencia reiterada de una marca cuyo mensaje activa los centros emocionales, más fuerte se vuelve la señal eléctrica. Esto permite "posicionar" un producto en el cerebro del mercado con una estrategia determinada».

Este fenómeno que, puntualiza Braidot, está explicado de manera sencilla para que el lector pueda comprenderlo, se conoce como potenciación a largo plazo e interviene en el aprendizaje y la memoria, por esa razón está siendo investigado intensamente por la neurobiología y es de enorme interés para el neuromárketing.

Como puede observarse, la repetición de los mensajes publicitarios y la profundidad de la conexión neurológica resultante tendrán una notable influencia sobre el acto de compra del consumidor. En este sentido, Martín Lindstrom[2], uno de los principales gurúes del neuromarketing, afirma que el consumidor tipo compra el 60 % de los productos que encuentra en el lineal de un supermercado de forma espontánea y, de este porcentaje, el 80 % es escogido en menos de cuatro segundos. Ello se debe a que gran parte de nuestros actos de compra son inconscientes o, dicho de otro modo, es nuestro subconsciente quien nos ayuda, sin que seamos concientes de ello, a tomar nuestras decisiones de compra.

En este sentido, coincide Braidot: «aunque como consumidores creamos que estamos razonando de manera conciente, prácticamente en todas las compras que realizamos son los mecanismos metaconcientes los que definen la decisión que vamos a tomar», por eso las técnicas del neuromarketing son de tanta utilidad.

Un tema que siempre desveló al marketing tradicional es por qué en algunos casos había una brecha tan importante entre la intención de compra y la acción de compra. En otros términos, por qué las personas que en las encuestas tenían una actitud muy favorable hacia un producto o servicio –hasta el punto de manifestar expresamente que lo comprarían- no lo adquirían cuando éste era lanzado al mercado.

Para responder a esta pregunta y, desde luego, resolver un problema importante, hoy se está invirtiendo mucho en investigar qué partes o regiones del cerebro se activan cuando hay intención y cuáles indican que habrá ejecución (acción). Ya se sabe que contamos con dos sistemas distintos que dan soporte a una u otra actividad y que estos pueden complementarse. Por ejemplo, cuando un individuo se maneja en el plano de la intención se activa la región prefrontal anterior medial, lo cual indica que tiene en la mente una decisión. La acción de llevarla a cabo, esto es, comprar "realmente" el producto, involucra actividad en otra zona, denominada región prefrontal posterior medial.

También se está investigando la participación de los ganglios basales, donde se forman y concentran los circuitos neuronales vinculados con los hábitos rutinarios. Como su funcionamiento consume mucha menos energía que las zonas ubicadas en la corteza prefrontal, la inacción, por ejemplo, comprar el producto que veníamos consumiendo en vez de probar uno nuevo, puede no tener un origen psicológico (relacionado con una personalidad poco innovadora en materia de consumo), sino orgánico.

Esto es muy importante ya que en todo proceso de toma de decisiones los razonamientos se producen alrededor de opciones para transitar un camino que va desde la intención a la acción y, sin duda alguna, para implementar estrategias de marketing efectivas es necesario descubrir cómo las intenciones de compra se materializan en acciones de compra y, del mismo modo, por qué muchas veces sucede lo contrario.

Al tratarse de una disciplina joven y con elevados costes de investigación, son todavía pocas las empresas que se sirven de los conocimientos que procura el neuromarketing. Por lo general suelen ser grandes multinacionales, tales como Nestlé, Daimler Chrysler, Coca-Cola, Disney o Kraft. En los últimos años, además, varias consultoras se han especializado o han creado departamentos especializados en neuromarketing, entre ellas, Neurosense, Ameritest, Brighthouse y Eurobusiness (del Grupo Braidot).

No obstante, parece obvio que a medida que avance la investigación y que se vayan popularizando sus resultados, el neuromarketing se convertirá en una herramienta imprescindible para que las empresas sepan con mayor detalle cómo funciona la mente del consumidor y, por tanto, puedan conocer con mayor certeza cuáles de sus necesidades deben orientarse a satisfacer.


http://empresasycreacion.blogspot.com/2010/03/neuromarketing-o-como-llegar-la-mente.html

Preparativos Para Mapear el "Cableado" del Cerebro Humano

El C. elegans, un diminuto gusano de aproximadamente un milímetro de largo, no tiene mucho de cerebro, pero sí posee un sistema nervioso, formado por 302 neuronas. En la década de 1970, un grupo de investigadores en la Universidad de Cambridge decidió crear un "diagrama de cableado" completo de cómo están conectadas entre sí cada una de esas neuronas. Tales diagramas de cableado han sido bautizados recientemente como "conectomas". El conectoma del C. elegans, publicado en 1986, tardó más de una docena de años de intenso trabajo en ser conseguido. Ahora un puñado de investigadores de diversas partes del mundo está afrontando un proyecto mucho más ambicioso.


El proyecto en cuestión es conseguir los conectomas de cerebros más similares al humano, y, por tanto, con una cantidad muy superior a 302 neuronas. Los científicos, incluyendo varios del MIT, están trabajando en las tecnologías necesarias para acelerar el lento y laborioso proceso que los investigadores que se ocuparon del C. elegans usaron originalmente para obtener el conectoma de ese gusano. Con estas tecnologías, piensan lograr los conectomas de nuestros primos animales, y quizás al final incluso intenten conseguir el de los seres humanos. Los resultados de esta línea de investigación podrían modificar de un modo sustancial los conocimientos actuales sobre el cerebro.



Trazar un mapa de los millones de kilómetros de "cables" neuronales en el cerebro puede ayudar a los investigadores a averiguar cómo esas neuronas dan lugar a la inteligencia, la personalidad y la memoria. Así lo cree Sebastian Seung, profesor de neurociencia computacional en el MIT. Durante los tres últimos años, Seung y sus colaboradores han estado creando herramientas que, según esperan, permitirán que los investigadores desentrañen algunas de esas conexiones. Para conseguir los conectomas, los científicos necesitarán emplear una vasta potencia de computación en el procesamiento de imágenes que muestran secciones internas del cerebro. Pero primero, tienen que enseñar a los ordenadores qué buscar.

Para ensamblar las piezas de esos rompecabezas que en algunos aspectos son los conectomas, se requiere analizar inmensas cantidades de imágenes de capas finas del cerebro, tomadas mediante microscopios electrónicos, y rastrear las enredadas conexiones entre neuronas, una labor laberíntica si se tiene en cuenta que cada neurona puede poseer conexiones directas con otras células a varios centímetros de distancia.

Algunos neurocientíficos creen que la cartografía de los conectomas podría tener repercusiones tan importantes para la humanidad como las que ha tenido y tendrá la secuenciación del genoma humano.

De un modo muy parecido a cómo los investigadores genéticos pueden ahora comparar genes de personas para buscar las variaciones que puedan explicar ciertas enfermedades, los investigadores del cerebro podrían descubrir qué diferencias en los diagramas de cableado son importantes en enfermedades como el mal de Alzheimer y la esquizofrenia, tal como señala Srinivas Turaga, del equipo de investigación.


http://www.amazings.com/ciencia/noticias/150310d.html

sábado

La Meditación ayuda a ser más compasivo

La colaboración entre Budistas y neurocientíficos ha producido la información más reciente en el estudio de las emociones. Los Budistas a través de la meditación promueven la compasión, la alegría, la bondad, la benevolencia y la amabilidad.Un equipo de psicólogos está investigando el potencial del entrenamiento en la meditación Budista para cambiar el cerebro a estados emocionales positivos.

Los investigadores de la Universidad de Wisconsin (EEUU) desde 1992 llevan a cabo este estudio en colaboración con el actual Dalai Lama y otros monjes budistas muy experimentados en el arte de la meditación. Los últimos resultados de este estudio, liderado por los neurocientíficos Antoine Lutz y Richard Davidson, han sido publicados en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Hasta ahora la paz interior y la serenidad conseguidos a través de la meditación se interpretaban recurriendo a fuerzas metafísicas. Gracias a este estudio, los efectos de estas prácticas se han traducido al lenguaje científico. Los monjes budistas que llevan largo tiempo practicando meditación presentan una gran actividad en una zona determinada del cerebro, en la corteza prefrontal izquierda (área asociada con la felicidad, la alegría y el entusiasmo). En cambio este área no presenta casi actividad en los individuos que no practican meditación, aunque sí está viva con más frecuencia en aquellos que tienen un carácter optimista y poco ansioso.

Quienes tienen mayor tendencia a la ansiedad, el miedo y la depresión tienen un nivel de actividad mayor en la corteza perifrontal derecha. Los monjes que llevan meditando largo tiempo registran una actividad en esa parte del cerebro realmente alta, según Richard Davidson, psicólogo de la investigación.Todo comenzó cuando en 1992 el Dalai Lama invitó al doctor Davidson a su casa en Dharamsala, en la India. Este psicólogo lleva largo tiempo estudiando los secretos del comportamiento del cerebro; esto llamó la atención del Dalai Lama.

Los monjes budistas cuentan con una tradición centenaria de meditación y la curiosidad llevó al Dalai Lama a proponer al investigador el estudio del cerebro de los monjes de su comunidad. Muchas culturas utilizan la compasión y la amabilidad para aliviar el sufrimiento del prójimo a través de técnicas de meditación que incluyen entrenar la concentración, practicar la generosidad, estrategias cognitivas y la visualización del dolor ajeno. Este proceso requiere años de entrenamiento. Lo primero que recomiendan es concentrarse en desear el bien a los seres queridos y, después extender estos sentimientos a toda la humanidad, sin pensar en nadie en concreto.

Ocho de los monjes más preparados en la meditación se prestaron como voluntarios para la investigación de Davidson. Son monjes que practicaron durante un tiempo que oscila entre los 15 y 40 años. El grupo de control lo constituyeron 10 estudiantes sin experiencia previa en la meditación, que dedicaron una semana a la contemplación. Colocaron en la cabeza de los monjes y voluntarios una red con sensores eléctricos y se les animó a meditar durante un rato. Los resultados en los monjes budistas fueron impresionantes. La amplitud de las ondas gamma recogidas en algunos de los monjes son las mayores de la historia registradas en un contexto no patológico. Esto tiene su explicación en la suma de las ondas asociadas con la capacidad para prestar atención y el aprendizaje que emiten las diferentes neuronas .

Durante la meditación, los monjes conseguían sincronizar un número de neuronas muy elevado. Hace unos años se pensaba que el desarrollo de nuestro cerebro no variaba durante la edad adulta. Pero multitud de estudios constatan que el cerebro no es estático sino que cambia dinámicamente a lo largo de la vida del hombre. En opinión de estos científicos, los resultados del estudio indican que el cerebro, con un correcto entrenamiento, puede desarrollar funciones nunca imaginadas.

Practicando meditación se puede aprender a ser generosos ,amar al prójimo y desear el bien a los demás sin esperar nada a cambio.La meditación puede conseguir que las personas sean más compasivas y amables. Nos ayuda a tener la capacidad para seguir el camino de la vida con más calma y de la forma más feliz posible.




http://www.portalnuevaera.com/2010/03/neurociencia-y-budismo/

Las neurociencias y "El secreto de sus ojos"

"El secreto de sus ojos" se convirtió en la segunda producción argentina en obtener el Oscar que otorga la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood a la Mejor Película Extranjera. La pregunta es ¿qué tienen que ver las neurociencias en todo esto? La contestación es simple y contundente: mucho.Las neuronas en espejo revelan cómo aprenden los niños, por qué la gente responde de una u otra manera frente a distintos aspectos de la vida cotidiana



UN POCO DE HISTORIA

Hace unos 15 años Giacomo Rizzolatti y su equipo, en Parma, Italia, estaban estudiando qué sistemas de neuronas intervenían en cada movimiento y se dieron cuenta de que había un tipo especial de neuronas motoras en el lóbulo frontal que contribuían activamente a crear respuestas inmediatas a la información que estaban recibiendo del medio ambiente sin ser procesadas previamente.

Este descubrimiento inesperado llevó a Rizzolatti a expresar en una entrevista: "...El cerebro del mono contiene una clase especial de células, llamadas en espejo, que se activan cuando el animal ve o escucha una acción, o cuando lleva a cabo dicha acción..."

Más adelante estos investigadores se dieron cuenta de que los seres humanos tienen también este tipo particular de neuronas, aunque más altamente evolucionadas que las descriptas en el mono, un hecho que refleja la evolución de las sofisticadas habilidades sociales de los humanos.

En efecto, el cerebro humano tiene múltiples sistemas de neuronas en espejo que se especializan en llevar a cabo y entender no sólo las acciones de los otros sino también sus intenciones, el significado social de sus comportamientos y sus emociones.

En tal sentido, Rizzolatti afirmó que "...nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los demás..." y esto "...nos permite tomar las mentes de otros no a través del razonamiento conceptual sino por medio de la simulación directa, es decir, por el sentir y no por el pensar.."

LAS CELULAS QUE LEEN LA MENTE

Las neuronas en espejo revelan cómo aprenden los niños, por qué la gente responde de una u otra manera frente a distintos aspectos de la vida cotidiana. Este tipo particular de neuronas, a diferencia del resto, detectan cosas mucho más complejas como lo es la expresión de la cara, de las manos o el lenguaje corporal, y ayudan a planificar movimientos y asumir posturas complejas. Teniendo en cuenta todas estas características muchos autores las han denominado metafóricamente "las células que leen la mente".

Tanto la capacidad de predecir intencionalidad como la de reconocer e interiorizarse del estado emocional de los demás son habilidades consideradas necesarias para la socialización de la especie humana.

"EL SECRETO DE SUS OJOS"

Esta película, como la serie televisiva estadounidense "Lie to me" entre otras, muestran la utilización de recursos basados en la interpretación de las señales que dan el rostro, los ojos, el cuerpo o la voz, con el objeto de detectar los aspectos emocionales de las personas.

En el caso particular de "El secreto de sus ojos" se va un paso más allá y la interpretación se basa en fotografías tomadas tiempo atrás. En efecto, cuando el protagonista de la película dice "...yo creo que es por el tema de las miradas... calculo que es por eso... porque vos verás a ese pibe mirando a esa mujer, adorándola, ...los ojos hablan..." Este relato no es más que la lectura que se hace del significado de la expresión de los ojos, es decir, el protagonista pudo llegar a leer lo que la mente estaba expresando.

APORTES DE LA NEUROCIENCIA

"El secreto de sus ojos", como muchos otros ejemplos de la vida diaria, no hacen más que corroborar lo que la neurociencia en los últimos años está demostrando: "Existen neuronas en nuestro cerebro que actúan reflejando la acción de otro, desempeñando un rol importante dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social y que hasta hace poco tiempo se explicaba a partir de complejos mecanismos relacionados con la memoria, las experiencias previas y los procesos de razonamiento". Sin embargo, a partir del descubrimiento de las neuronas en espejo ("neuronas que leen la mente"), es posible explicar de un modo más coherente cómo podemos comprender en forma inmediata las acciones e intenciones de los demás.

Como hemos podido apreciar, el descubrimiento de este tipo de neuronas está haciendo cambiar la comprensión de las ciencias, la filosofía, el derecho, la economía, la política, la educación y las artes entre otros aspectos, y esta película no es más que un ejemplo de los múltiples que podemos citar.


(*) Doctor en Medicina y Profesor Titular Ordinario (UNLP)



http://www.eldia.com.ar/edis/20100313/opinion3.htm

Brainbranding, la mente del consumidor y su comportamiento

¿Cómo reaccionan nuestras mentes ante algo deseable? Una red de más de cien mil millones de células nerviosas produce nuestra percepción del mundo externo, centra nuestra atención y controla la acción.


Todos estos secretos del cerebro humano se están desvelando a través de las innovadoras y sofisticadas técnicas de neuroimagen, capaces de representar los movimientos neuronales implicados en las emociones al identificar las regiones específicas asociadas con el pensamiento y los sentimientos.


La neurociencia nos ha abierto las puertas a una nueva forma de comprender las marcas. Nos permite entender como las neuronas llegan a organizarse como vías de comunicación, de modo que infinidad de sensaciones pueden ser analizadas para conocer las conexiones emocionales que existen entre nuestra mente y su respuesta ante determinados colores, sabores, imágenes, recuerdos, diseños, olores o sonidos.

Los investigadores de mercado llevan años tratando de comprender cuál es la reacción de nuestro cerebro frente a los estímulos generados por las acciones de comunicación y marketing de las marcas. Desde hace sólo cuatro años las investigaciones tradicionales de mercado han encontrado mucho más que una nueva técnica para mejorar el trabajo en una dirección que hasta hace muy poco tiempo parecía una utopía: saber cómo se comporta la mente del consumidor.

Dejando al margen cuestiones acerca de la ética y la efectividad de las técnicas de NEUROMARKETING, conocer a ciencia cierta por qué una campaña publicitaria tiene éxito o no, cuáles son los motivos por los que una marca se encuentra dentro o fuera de la short list de los consumidores, o cómo son percibidos y evaluados los productos por los propios usuarios, se convierte en toda una panacea para los expertos en marketing.

Los estilos de vida, los hábitos de compra y demás conductas humanas relacionados con las marcas no solamente vienen determinadas por procesos racionales. El componente emocional siempre ha jugado un papel muy importante en todo esto. Y es en esta dimensión de los sentimientos y las emociones donde las técnicas de NEUROMARKETING parece que han conseguido penetrar, gracias a la combinación de resonancias magnéticas y las técnicas de investigación clásicas, como las entrevistas o los focus group, para poder concluir científicamente cuál será nuestro comportamiento.

Varias publicaciones científicas demuestran que estos experimentos, clínicos hasta hace no más de cuatro años, han pasado formar parte de un emergente campo de investigación llamado NEUROECONOMÍA. En la actualidad existen grupos de investigación académica en laboratorios de Harvard (EE UU) o de la London Business of Economics (RU) entre otros muchos.

El origen de esta técnica, conocida como Functional Magnetic Resonance Imaging (fMRI), lo encontramos en el ámbito médico, ya que utiliza un sistema similar al empleado en los hospitales para escanear y detectar tumores (mediante tomógrafo). En este caso, en lugar de trabajar sobre la estructura del cerebro lo hace sobre la actividad que muestran ciertas áreas del mismo, midiendo sus distintos niveles de oxígeno ante la respuesta a un estímulo.

La NEUROECONOMÍA ha surgido como una combinación entre neurociencia y economía con el objetivo de comprender la toma de decisiones de las personas. Esta ciencia emergente aglutina a economistas, neurocientíficos, psicólogos y físicos que tratan de comprender la toma de decisiones, el comportamiento social y las economías de mercado.

Autor: Sergio Balsa



http://bmspublicidad.com/portal/?p=976

Aprender a pensar es hereditario

Las neuronas son el equipaje con el que un niño llega al mundo, pero de sus padres depende brindarle experiencias para su desarrollo


Todos sabemos que los factores que influyen en la formación y desarrollo de los niños son propios de la herencia y el medio ambiente en que crecen y se desenvuelven.

Luego entonces, trataremos de entender el óptimo desarrollo del infante desde dos ciencias: neurociencias y educación.

El campo de estudio de la neurociencia es aportar explicaciones de la conducta en términos de actividades del encéfalo (cerebro), explicar cómo actúan millones de células nerviosas para producir la conducta y cómo éstas células están influidas por la herencia y el medio ambiente.

El cerebro de un recién nacido posee 100 mil millones de neuronas y pueden realizar conexiones nerviosas en la asombrosa cantidad de 900 mil millones.

Así pues, el objeto de estudio de las neurociencias, el cerebro humano, resulta la más complicada y misteriosa obra de la creación.

Dichas neuronas son el equipaje con el que el niño llega al mundo, pero ahora es necesario brindarle las experiencias adecuadas para que desarrolle al máximo su potencial a través de la educación.

Educación entendida como el proceso mediante el cual se integran nuevos conocimientos a los que ya se tenían, implicando todos los sentidos en la adquisición de la nueva información.

Al aprehender los nuevos datos (que es más que aprender, es hacerlo suyos) el niño la vincula a su información anterior, dando lugar a nuevos conocimientos y también a nuevas conductas.

De aquí la manera como ambas ciencias convergen, ya que al adquirir un nuevo conocimiento, a través de alguno de los sentidos o de varios de ellos, la información viaja a través de los axones de las neuronas hasta la parte del cerebro correspondiente a dicho sentido.

Al llegar a este punto, lo que sucede es que esta neurona se empieza a comunicar con las demás mediante una reacción llamada sinapsis, que es la manera en que éstas se comunican dando lugar a la creación de las llamadas redes neuronales.

Las redes son la materia prima con que un niño contará para la adquisición de nuevos aprendizajes por el resto de su vida y que se forman con mayor intensidad entre los 0 y los 5 años.

Pero se ha descubierto recientemente que así como el GEN lleva toda la información genética que determina las características heredadas del niño como puede ser su coeficiente intelectual, también existe el MEM, término con el que se denominan los pensamientos que pasan de una generación a otra.

Si el papá o el abuelo fue un excelente matemático, de manera natural y hasta hace poco inexplicable, el niño tendrá una extrema facilidad para el aprendizaje de las matemáticas.

Es durante los primeros años de vida, cuando el cerebro realiza la mayor cantidad de sinapsis y cuando hay más desarrollo cerebral, por lo tanto es indispensable como padres y educadores que brindemos todos los medios para que su desarrollo sea óptimo.

Dar una adecuada nutrición desde el embarazo, tanto afectiva como sus alimentos y cuidados, estimular desde el nacimiento las habilidades del bebé todos los días (sin saturarlos) con ejercicios adecuados y hablándoles con propiedad y cariño son algunas de las recomendaciones.

Hay que vigilar la nutrición, y más adelante, en las primeras experiencias escolares, encontrar el lugar más propicio que brinde el ambiente más adecuado posible para fomentar y favorecer este desarrollo.

Procurar que en el colegio trabajen con los materiales adecuados, que tengan las experiencias sensoriales pertinentes, en un medio seguro y agradable donde el niño desarrolle al máximo su potencial.


Periodo crítico
Es la fase que se presenta en todos los seres humanos y permite el aprendizaje.

En este periodo los nuevos conocimientos son absorbidos y aprehendidos por los niños. Con el paso del tiempo los periodos críticos se reducen.



http://www.impre.com/educacion/2010/3/9/aprender-a-pensar-es-hereditar-177198-1.html

Ciencias del Futuro (Neurociencia) 3ro de HABLAMOS Y ESCRIBIMOS 4de5.




http://www.youtube.com/watch?v=rcEQJpD46J4




http://elcuartocerebrodelhombrenoosferico.blogspot.com/2010/03/ciencias-del-futuro-neurociencia-3ro-de.html

martes

Una nueva vida comienza en 30 horas!

La historia es así:

Hasta el 2007 estudiaba Medicina en la U. de Chile hasta que la situación económica se me fue en contra y trabajar+estudiar se me hizo imposible. (Pude aguantar los dos primeros años pero en tercero mi horario era:
Lunes: 8.30 a 13:30 U, 15:00 a 23:00 trabajo en aeropuerto
Martes: 8.30 - 18:00 U
Miercoles: 8.30 a 13:30 U, 15:00 a 23:00 trabajo
Jueves: Igual que martes
Viernes: igual que lunes y miercoles
Sabado: Trabajo en biblioteca de 10:00 a 20:00
Domingo: Trabajo en aeropuerto de 07:00 a 23:00

Colapsada, no congele la U, solo me salí, deje de ir a dar los exámenes y nunca supe mas.

He estado trabajando desde fines de ese año casi sin parar (Algunos de uds se han enterado: Aeropuerto, La Parva, Cine, Librería, en esta ultima ya llevo un año) y bueno, el año pasado vi que estaba abierto el periodo de inscripcion de la PSU y pague las 23 lucas...

No estudie nada hasta un dia antes de la prueba, mas que nada porque pensaba no darla y luego no quise perder la plata, dije "A ver como es la PSU".

Y me fue bien, muy bien.

Quedé en Enfermeria en la Chile (1ª opcion, ya que por tiempo y laaargas razones no quise volver a Medicina) y ademas me ofrecieron una beca de 100% en la Universidad San Sebastian (Le ganó a la UNAB que ofrecia un 50%)

Me matriculé en ambas Ues, y espere hasta el ultimo día del periodo de retracto para hacerlo.
Si bien me hacía ilusion volver a la Chile, ademas de ser una universidad "de excelencia", comencé a recordar los feos momentos de colapso.
El rechazo de las autoridades, su frio trato y poca consideración a mis méritos, y las frases que mas dolor me causaron, de las mismas autoridades: "Tal vez debes asumir que no todas las personas pueden trabajar y estudiar" y "A lo mejor medicina no es lo tuyo, salete, trabaja y luegos puedes estudiar algo como administracion de empresas en vespertino".
Medicina no era lo mio, yo, bachiller en ciencias, que me destaqué en un curso online de neurociencia de la Universidad de Harvard junto a la Chile, que hacía investigación y me presentaba a congresos sacando premios, que organizaba trabajos voluntarios y operativos de Salud, que salia con la ambulancia del Hogar de Cristo por las noches... por ser trabajadora (casi jefa de hogar, porque mi mamá estaba cesante) no "podía" estar estudiando una carrera de excelencia.

Pensar que llegué a creerles!!! Pensar que luego de trabajar en La Parva volví decidida a buscar una pega de 9 a 5 y me pondría a estudiar un técnico en administración.

Pero no. No fue asi. Deje de preocuparme por el futuro y me dedique a trabajar, eso si, con un norte: debía volver a estudiar, sacar una carrera que me permitiera estabilidad y bienestar en mi vida, que fuera del área en salud y no durara 7+3+2 años...( Y que si iba a tener un jefe al menos fuera alguien con mas estudios que yo, no un apitutado con 4to medio que me vería como competencia)

Y con la Beca de 100% de arancel cubierto por los 5 años de la carrera, en una Universidad que tal vez no tenga gran fama al menos podria olvidar todas las humillaciones que pasé y empezar de cero, no volviendo a cometer los mismos errores y con la madurez que da el tiempo y los porrazos, me decidí por eso. Total, no importa la U, porque hay déficit de Enfermeras...

Entonces, dejenme tomar aire y decirlo fuerte:

Este miercoles 10 de marzo a las 08:00 horas entro a Enfermería en la Universidad San Sebastián.

Vuelvo a estudiar !!!! Mi vida empieza de nuevo pero con el mismo norte!!!! (Y GRATIS)

Dato freak: La U me queda cerca de casa y me iré en bici o a pie, asi bajare unos kilitos

Perdón la lata, necesitaba escribirlo para exorcizarlo



http://www.chw.net/foro/off-topic-f16/311556-una-nueva-vida-comienza-en-30-horas.html

Evolución, ciencia, Dios (II): Después de la ciencia… ¿la nada?

Que conste que estudio Medicina, y que no pretendo con este artículo desprestigiar de ningún modo a la ciencia, responsable del progreso que ha alcanzado la Humanidad. Cotas de progreso que sólo desde la estulticia más absoluta se pueden criticar: el que Vd., querido lector, esté leyendo esto ahora mismo es una clara evidencia de lo que acabo de decir. Internet muy probablemente haría entrar en un coma de placer a Aldous Huxley, que ni en sus más oscuras y enrevesadas pesadillas podría imaginar algo semejante. Me llamó mucho la atención la novela Señor del Mundo, de R. H. Benson, un relato futurista del apocalipsis ambientado en los comienzos del siglo XXI y escrito en 1911. En este libro se relata con emoción (y con mucha ingenuidad), cómo los coches llegan a los ciento veinte kilómetros por hora… y la comunicación se da con el habitual servicio de correos… Nada más lejos de mi intención criticar esta obra, que recomiendo vivamente. Simplemente quiero dejar constancia de que la realidad supera con creces la ficción.

Hay que tener muy en cuenta el lugar de la ciencia, que es un lugar muy concreto.

La ciencia experimental estudia la materia, con un método que es el método científico. Éste método consiste en el análisis de datos empíricos, la formulación de una hipótesis que sea coherente con dichos datos, y la posterior labor de contrastar estas hipótesis, utilizando como herramientas las matemáticas y la estadística. Esto podría detallarse más y complicarse hasta el infinito. Hay ciencias no experimentales, las matemáticas, que se utilizan como instrumento de aquellas. No puedo detenerme en ellas por el momento, lo intentaré hacer en otro post.

Analicemos el método en cuestión. El método científico como tal, estudia la realidad. ¿Pero estudia la totalidad de ella?

- Primero, prescindiendo sobre si estudia la totalidad de la realidad, no la estudia de un modo “absoluto”: la ciencia es susceptible de errores, o por lo menos, de correcciones y ampliaciones. A medida que se mejoran los instrumentos de medida, se descubren nuevos datos empíricos o que los anteriores eran erróneos (por artefactos de la observación). Esto último se ha dado, por ejemplo, en la Histología: a medida que se mejoraban los microscopios se descubrió que antiguos “hallazgos” eran errores debidos a la manipulación de la muestra (se denominan artefactos). Estos nuevos datos tienen que hacerse coherentes con la anterior hipótesis. Y en ocasión son incompatibles con la hipótesis, y es de nuevo necesaria una nueva. Así avanza la ciencia. Y nunca hay un conocimiento que como tal sea “absoluto”.

- Segundo, la materia no es la totalidad de la realidad. Si un científico dice que la totalidad de la realidad es la materia… está haciendo filosofía (materialismo filosófico concretamente, siendo Gustavo Bueno, filósofo español, un exponente de primera categoría). La “totalidad de la realidad” no es abarcable con el método de la ciencia experimental. No se puede someter de modo absoluto a toda la realidad a un proceso experimental. Esto último es ya de por sí un nonsense, un sinsentido. Suponiendo que la realidad es sólo material, que reitero es una tesis filosófica, la ciencia experimental no puede someter a la totalidad del cosmos a la experimentación.

- Tercero, queda la siempre compleja cuestión de la libertad. La fisiología, ciencia que estudia el funcionamiento del cuerpo humano, no puede acercarse ni tangencialmente siquiera al tema de la libertad. La fisiología estudia al hombre como “autómata”. El libro de texto de fisiología más famoso probablemente sea el famoso “Guyton” (Tratado de fisiología médica, A. C. Guyton y E. Hall, publicado en español por la editorial Elsevier), expresamente considera al hombre un autómata. La experiencia de la libertad es un hecho empírico de primera categoría: hecho que no se conjuga muy bien con un supuesto automatismo. Mi tesis es que desde una filosofía materialista (que no desde la ciencia, a la que estos temas ni le van ni le vienen) no puede afirmar que el hombre sea libre. Porque no es explicable desde los datos de la ciencia. La experiencia de la libertad no sería más que una triste ilusión psicológica. Porque, insisto: la libertad no es explicable desde la ciencia. Podemos explicar en neurofisiología los comportamientos como respuesta a un estímulo (los capítulos de neurofisiología del libro antes citado son extraordinarios: una auténtica recopilación y síntesis del conocimiento actual sobre neurociencia). Podemos explicar una vía o ruta neuronal. Cada vez se descubren más. Podemos explicar cómo en respuesta a un estímulo concreto la información llega a un grupo de neuronas. De ahí esas neuronas emiten una respuesta determinada. Pero… de ahí a la libertad corre un buen trecho. Hay toneladas de intentos de explicación “científica” de éste problema, que muchas veces no pasan de ser vulgar pseudociencia. De hecho no hay ninguna publicación relevante a este respecto en la literatura científica de peso.



Siguiendo con el tema de la libertad. Cuando quiero hacer algo… ¿Es una mera respuesta a un estímulo? Es decir, ¿es la libertad una mera sensación? Guyton expone en su tratado la “teoría holística” (sí, como lo leen: teoría holística), que explica los pensamientos como “patrones” de señales eléctricas en diversas regiones de la corteza cerebral. Pues bien, lo que se sabe sobre esos pensamientos es que aparecen y desaparecen como el Guadiana. ¿Cómo se originan? Nada se sabe. ¿Somos nosotros quienes los provocamos? Pues bien, desde una filosofía materialista sólo puede afirmarse que son resultado de un estímulo, luego propiamente, nuestros pensamientos son simples respuestas fisiológicas a unas señales concretas. Luego no es defendible la libertad desde una filosofía materialista. Somos meras “señales y respuestas”, o meras reacciones bioquímicas (como decía Severo Ochoa). Si sólo es válida la ciencia como saber… Sólo nos queda la nada: no somos libres.

Afortunadamente para el género humano, ni la filosofía se acaba en el materialismo (que es a mi parecer un reduccionismo), ni la ciencia es el único conocimiento válido.




http://elhombreylavida.wordpress.com/2010/03/09/evolucion-ciencia-dios-ii-despues-de-la-ciencia%e2%80%a6-%c2%bfla-nada-2/

"De la Neurociencia a la Neuroética": la ciencia y la filosofía del cerebro

Quizá la "literatura de los nervios" sea la definición más exacta de la modernidad y no hemos parado de crecer en nuestra afección. Astrolabio acaba de publicar "De la Neurociencia a la Neuroética" firmado por José Manuel Jiménez Amaya y Sergio Sánchez-Migallón




El siglo XIX es extraordinariamente importante para entender el desarrollo de la neurociencia. El libro, según señala uno de los autores, pretende dar una visión general de este desarrollo y reflexionar sobre los descubrimientos relativos al cerebro que salen muchas veces reflejados en los medios de comunicación poniéndolos en contexto. Narrativa científica y reflexión filosófica, esa es la clave. Manuel Jiménez Amaya pone de manifiesto en COPE el carácter interdisciplinar de la neurociencia, una interdisciplinariedad que la ha abierto a otras ciencias no experimentales que la apoyan de una forma poderosísima.


La ética aquí juega un papel fundamental. Y es que las investigaciones del cerebro tienen una trascendencia gigantesca en el desarrollo de lo social: "es el vértice y punta del iceberg que la neurociencia se está planteando: la dignidad humana, la libertad, la conciencia", señala Amaya. Se dice que el 90% de las enfermedades del siglo XXI serán las mentales, por lo que este libro hay que tenerlo muy en cuenta.




http://www.cope.es/cultura/08-03-10--neurociencia-neuroetica-ciencia-filosofia-cerebro-146211-1

LA NEUROCIENCIA Y EL CONSUMIDOR

Entender el cerebro de las personas puede ayudar a realizar la mejor estrategia de marketing.

Cada periodo de la humanidad está marcado por los cambios de la cultura. La sociedad ya no es la misma de hace unos años, la evolución de la conducta de las personas es evidente. Bajo este enfoque surge una nueva técnica para estudiar el campo de los consumidores en el mercado.

La neurociencia es una práctica que investiga el comportamiento del cerebro para aplicarlo al marketing. La premisa es que las culturas procesan la misma información de formas muy distintas: es decir, de acuerdo al lugar donde están, las personas reaccionan de diferentes maneras. Variadas teorías han circulado alrededor del tema de la neurociencia, porque muchos psicólogos establecieron esta práctica como base para realizar sus estudios.

Desde hace ya tres años que compañías como Ford Motors Company, Pepsico y Apasco están utilizando esta técnica para usarla en función del marketing, ya que gracias a ésta se puede comprender al consumidor.

De esta manera, la neurociencia puede resultar un éxito si se es capaz de asumir su capacidad para descubrir los tipos de publicidad o campañas que más despiertan la atención en el consumidor. Así, se puede saber cuáles mensajes llegarán a sorprender a las personas o conocer cuáles son los menos indicados y que pueden producir aburrimiento o desinterés, mediante un estudio certero del cerebro.

Asimismo, un dato no menor es que la neurociencia permite saber qué palabras pueden formar una imagen mental más rápidamente y cuáles no. Cada palabra tendrá una segunda lectura que de seguro influirá en la decisión de compra, ya que aquí intervienen mucho las emociones.

No cabe duda que se trata de un excelente método para conseguir mejores resultados en el marketing, ya que percibir lo que piensa el consumidor le puede otorgar la mejor ventaja respecto a sus competidores.



http://www.marketalia.com/noticias/noticias_marketing_id.asp?Noticia=2437

A todo volumen: el papel de la música en la guerra y el deporte

La música en la guerra y en el deporte puede ser clave para ganar la batalla o triunfar en la competencia. Los expertos explican el impacto de los sonidos en estas actividades.
Sábado 6 Marzo 2010

En medio de las imágenes de la guerra en Irak, un detalle resulta particularmente curioso. Debajo del casco, y junto con sus implementos militares, los soldados norteamericanos van al combate conectados a sus iPods. El hecho de que se encaminen a un momento de vida o muerte mientras oyen heavy metal a todo volumen ha vuelto a poner sobre el tapete los efectos de la música en el ánimo de los combatientes, en particular, y en quienes realizan actividades cotidianas, en general.

Jonathan Pieslak, un teórico de la música del City College de Nueva York, encontró que la mayoría de los soldados utilizan sus reproductores para inspirarse antes de los combates, ya que la música los prepara sicológicamente para tener una mentalidad ofensiva y estar alertas durante las misiones. La tesis es resultado de una investigación que comenzó en 2004, para la que entrevistó a varios soldados estadounidenses de la primera generación de combatientes con reproductores portátiles, como iPods o mp3, sobre la música que ellos escuchaban durante su permanencia en Irak. Los resultados de este trabajo fueron publicados en el libro Sound targets: american soldiers and music in the Iraq War.

"Escuchar música te vuelve agresivo cuando necesitas estarlo. Sabes que vas a salir y te van a disparar. No importa si no pasa nada, es sólo estar preparado para una eventualidad", dijo el sargento primero C.J. Grisham, en una de las entrevistas. Otro soldado dijo que escuchaba a Slayer, una agrupación de metal, porque el sonido le recordaba el de un arma. El poder de la música era tal que algunos dijeron que ciertos temas los convertían en monstruos, y que los llevaban a cometer actos inhumanos.

Usar la música en la guerra no es una práctica nueva. Desde la antigüedad, los ejércitos utilizaban tambores y cuernos en el campo de batalla para guiar y motivar a las tropas. Al menos desde el siglo XVIII, la banda acompañaba al ejército en plena batalla, y los soldados nazis eran alentados antes de la lucha con música de Richard Wagner en los altoparlantes. La sicóloga Juanita Eslava, del Instituto Colombiano de Neurociencias, explica que la música tiene un efecto dinamizador en el organismo, es decir, que los sonidos le imprimen una energía al cuerpo y puede incitar a las personas a realizar una acción determinada.

Pero no todos los soldados entrevistados por Pieslak tenían una relación belicosa con la música. El sargento Colby Buzzell, por ejemplo, dijo que en varias ocasiones escuchaba a The Cure mientras limpiaba su fusil, o el sargento Ronald Botelho, para quien el jazz era la melodía precisa a la hora de dormir. Desde la musicoterapia se habla de música relajante y estimulante. La primera -explica el sicólogo Álvaro Ramírez- motiva la acción y se caracteriza por pulsos fuertes, ritmos rápidos y por la intensidad de los sonidos. La segunda tiene un tiempo más lento, los instrumentos son más melódicos y no tiene cambios abruptos.

Pieslak aclara que no todos los gustos musicales fueron iguales y que éstos dependían de la edad, la etnia y el origen de cada soldado. Esto se debe, según la musicoterapeuta María del Pilar Rodríguez, a que más allá del género lo que importa es que la canción tenga un vínculo estrecho con la persona que la oye. "No existe una fórmula que garantice que una canción va a tener el mismo efecto en dos individuos. Se trata de un gusto individual que está influenciado por la cultura y el contexto en el que se crió la persona", dice Rodríguez.

Aún así, el autor sí encontró algunas generalidades como que el heavy metal era el género más común en los soldados blancos, mientras que entre los negros era el rap. "El metal tiene un impacto directo a través del poder del sonido, mientras que en el 'rap' las letras parecen ser más influyentes", dijo Pieslak a SEMANA. También advirtió que una de las canciones más escuchadas era Bodies, del grupo de metal Drowning Pool, en la que se repite constantemente el estribillo "let the bodies hit the floor" (dejemos que los cuerpos choquen contra el suelo). Al respecto, una investigación de la Universidad de Iowa, que involucró a 500 estudiantes, examinó los efectos de algunas canciones con letras violentas en el comportamiento de las personas. Los investigadores encontraron que la exposición repetida a letras violentas contribuía al desarrollo de una personalidad agresiva y generaba un ambiente social más hostil aun sin que hubiera amenaza alguna.

En el deporte
Al igual que en los soldados, la música también ayuda a los deportistas a concentrarse en una meta, para así obtener mejores resultados. Por eso no es raro ver cada vez más deportistas de alto rendimiento con reproductores durante las competencias, como en los recientes Juegos Olímpicos de Vancouver, donde la mayoría de los participantes se deslizaban por la nieve con los audífonos puestos. O hace dos años, en los Juegos Olímpicos de Beijing, cuando se dijo que el secreto del éxito del nadador Michael Phelps estaba en la lista de reproducción que escuchaba y que sólo interrumpía segundos antes de entrar al agua (ver recuadro). El médico endocrinólogo Miguel Suárez explica que la música estimula partes del cerebro que generan una secreción de hormonas, y éstas a su vez "regulan distintos procesos fisiológicos como la actividad cardiaca, la función respiratoria y el aparato nervioso".

Varios estudios han demostrado que escuchar una canción durante el ejercicio físico puede traerle beneficios a una persona en términos de resistencia y rendimiento. En una investigación realizada por científicos de la Brunel University, en Londres, le pidieron a un grupo de 30 personas que corrieran en una cinta deslizadora mientras escuchaban una selección de canciones entre las que se incluyeron temas de Queen, Red Hot Chile Peppers y Madonna. El objetivo era que los participantes corrieran al ritmo de la música. Los resultados mostraron que cada individuo tuvo un aumento hasta del 15 por ciento de resistencia y que su estado de ánimo mejoró, por lo cual la experiencia del ejercicio fue mucho más positiva y placentera.

La investigación fue coordinada por el sicólogo experto en deporte, Costas Karageorghis, quien en experimentos pasados también demostró que los atletas que corrían mientras escuchaban música 'sincrónica', es decir, aquella en la que el ritmo se ajusta con los movimientos de su cuerpo, podían soportar cinco veces más esfuerzo que quienes no escuchaban nada. "El tono adecuado puede ayudar a cualquier persona a correr más rápido o a levantar pesas más pesadas", dijo Karageorghis al periódico inglés Times.

La discusión sobre qué tan ético puede ser el uso de la música en estas actividades apenas comienza. Algunas agrupaciones ya se han quejado porque sus canciones se utilicen en actividades que ellos critican. Sin embargo, como dice la sicóloga Eslava, "nadie puede decirle a una persona qué escuchar y qué no". En cuanto al deporte, aún no hay una regulación que prohíba el uso de reproductores, salvo en las maratones de Nueva York. Lo único cierto por ahora es que la música, más que entretener y deleitar, hoy juega un papel clave para potenciar la mente y el cuerpo con el fin de conseguir mejores resultados, tanto en la guerra como en la paz.
FIN DE LA CITA.
NO UTILIZO EL FORMATO "QUOTE" por ser un artículo largo y facilitar la lectura.


http://www.forodecostarica.com/musica/34071-todo-volumen-el-papel-de-la-musica-en-la-guerra-y-el-deporte.html

¡Cuidado! El dolor físico se contagia

No es una metáfora. El ser humano es capaz, literalmente, de sentir en carne propia el dolor ajeno. Así lo establecen las últimas investigaciones científicas que han analizado cómo reacciona el cerebro al observar imágenes dolorosas.



Hay quienes dicen que tienen la capacidad de ponerse en los "zapatos del otro" y que entienden lo que puede sentir una persona cuando pasa por una situación de dolor físico. Y hay, claro, los que al escucharlos zanjan el tema con un definitivo "son unos exagerados". ¿De qué lado está usted?... Antes que conteste, una sugerencia: apueste por el primer grupo.

Las últimas investigaciones, centradas en la dimensión social del dolor, sugieren que -de manera inconsciente- todos tenemos la capacidad efectiva de experimentar el dolor ajeno. De hecho, se ha comprobado que el simple hecho de observar imágenes de otros en situaciones de dolor físico pone en funcionamiento las mismas áreas cerebrales que se activan cuando es uno quien sufre.

Si bien hasta ahora se creía que la empatía del dolor sólo podía ser experimentada en la esfera emocional, mediante el estudio de imágenes cerebrales los científicos han podido develar que va mucho más allá, llegando hasta el punto de despertar "sensaciones" en la parte del cuerpo que vemos sufrir. Esta capacidad para experimentar directamente el dolor de los demás sería una adaptación evolutiva fundamental para fortalecer los vínculos sociales humanos.

ESTUDIOS DEL CEREBRO
Un estudio reciente realizado en Gran Bretaña demuestra esta situación de manera fehaciente. Un grupo de científicos de la Escuela de Psicología de la Universidad de Birmingham mostró a más de 100 personas, fotografías y videos de sujetos que sufrían diversas clases de dolor físico. Entre las imágenes, por ejemplo, había un futbolista al que se le fracturó la pierna, un jugador de tenis con un codo dislocado y personas recibiendo una inyección, entre otras imágenes de dolor "explícito".

¿Resultado? El total de los participantes en el estudio dijo sentir algún tipo de reacción emocional, como tristeza o miedo, pero hasta ahí ninguna novedad. La sorpresa vino cuando los investigadores descubrieron que un tercio de los participantes experimentó un dolor real ubicado en el mismo lugar del cuerpo que la persona que estaba sufriendo en las imágenes.

Al preguntar por las sensaciones, la mayoría dijo sentir una suerte de "hormigueo", en tanto que otros experimentaron la sensación de latidos o pesadez. "Una reacción sicosomática", fue lo que pensaron los expertos, pero tras realizar una prueba de resonancia magnética en los cerebros de los sujetos comprobaron que el dolor era real: las áreas relacionadas con el dolor físico se encendían, especialmente en quienes habían manifestado mayor sensibilidad en la prueba fotográfica.

Igual conclusión obtuvieron expertos del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Social de la U. de Washington (EE.UU.), que realizaron una prueba similar usando fotografías y cuyos resultados dieron a conocer en la revista NeuroImage. Los dos componentes principales del circuito neuronal que participa en el procesamiento del dolor, la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior, se activan en los sujetos que ven imágenes de dolor. Los científicos concluyen en este estudio que este mecanismo sería fundamental para el desarrollo de conductas prosociales en el ser humano, como la ayuda o el consuelo.

LA MEMORIA DEL DOLOR
El neurólogo Carlos Aguilera, académico de la U. Mayor, explica que este fenómeno ocurre porque todos tenemos una memoria del dolor: cuando nos vacunaron, cuando nos hemos fracturado, etc. Entonces, cuando percibimos el dolor ajeno éste hace que aparezca nuestro recuerdo doloroso, que logra que simpaticemos con lo que le pasa al otro sintiendo algo extraño en el mismo lugar.

Así, todos estos estudios entregan evidencia convincente de que el ser humano no sólo puede compartir la carga emocional de una lesión, sino también un fuerte empatía capaz de desencadenar reacciones cerebrales que afectan de manera directa a los músculos.

Los investigadores creen que estos hallazgos también podrían explicar porque muchas personas evitan ver películas de terror, imágenes de sangre o accidentes: inconscientemente no quieren compartir ese dolor. Todos ellos tienen ahora una razón más sólida para hacerlo.



http://www.latercera.com/contenido/741_231423_9.shtml

Priones en tu cerebro

Esto sí es avanzarse a las noticias y acercarnos las ideas científicas que se está cociendo en los principales laboratorios del mundo:

Recordareis los priones como unas extrañas proteínas con propiedades infecciosas que causaban la enfermedad de las vacas locas. Nosotros ya los habíamos olvidado, pero los investigadores no.


Miquel Bosch, nuestro neurocientífico del Massachusetts Institute of Technology (MIT), nos explica que los priones podrían tener un papel muchísimo más relevante y completamente inesperado en el funcionamiento interno del cerebro. Escuchemos a Miquel:


La Revolución de los Priones, por Miquel Bosch

¿Qué pasaría si os dijera que lo más profundo de vuestra mente está, en realidad, hecho de priones?


Pero, bueno -me contestaríais algunos/as-, los priones… ¿no eran los causantes del mal de las vacas locas y su equivalente humano, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob? ¿No eran esos agentes infecciosos formados únicamente por proteína, sin material genético, ni ADN, ni ARN?

Efectivamente –añadiría yo-, pero puede que sean mucho más que eso. Puede que sean sólo la punta del iceberg de un nuevo mecanismo molecular que revolucionará la biología de arriba a abajo. Podrían llegar a explicar la causa de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson y podrían darnos algunas pistas para su curación. Y no sólo eso. Una provocativa hipótesis sugiere que podrían ser una parte esencial de lo más íntimo de nosotros mismos: nuestros recuerdos. Vayamos por partes.


Prionoides y enfermedades neurodegenerativas


Stanley Prusiner resolvió en los años 80 uno de los misterios más inquietantes de la historia de la medicina, y lo hizo con una sorprendente hipótesis: la existencia de los priones.








El kuru era una enfermedad que se transmitía entre los miembros de una tribu indígena de Nueva Guinea siguiendo el mismo patrón que una infección. Daniel Gajdusek había descubierto que los contagios tenían lugar durante los rituales caníbales en los que mujeres y niños se comían los cerebros de los fallecidos. Pero no había manera de detectar ningún virus, ni bacteria, ni bicho alguno que explicase el contagio. ¿Qué era entonces lo que se propagaba y causaba la infección? Prusiner aplicó la máxima que Sherlock Holmes usaba en la resolución de sus casos: “Cuando se han eliminado todas las opciones, la que queda, por improbable que parezca, tiene que ser la cierta”. Y lo que quedaba eran simplemente proteínas.

Entonces ¿cómo puede una estructura proteica duplicarse, infectar y perpetuarse en el tiempo? Imaginaos un cajón donde guardáis todos vuestros calcetines limpios y bien dobladitos. Una noche os despistáis y metéis un par de calcetines sucios y mal doblados en ese cajón…y a la mañana siguiente aparecen todos los calcetines mal doblados y entrelazados en una maraña espesa.

Así es como actúan los priones. Los priones son cadenas de aminoácidos que pueden plegarse en dos conformaciones diferentes: la buena, que suele ser soluble, y que le proporciona a la proteína su función (como catalizador, como ladrillo estructural, la que sea); y la mala, que suele ser insoluble, pegajosa y con tendencia a agregarse con ella misma. Lo peor de la forma mal plegada es que posee la fastidiosa habilidad de reclutar a las formas bien plegadas, convertirlas a la forma aberrante y apilarlas en conglomerados que van creciendo con el tiempo. La rotura de estos agregados sería el equivalente genético de la replicación del ADN, puesto que cada pedazo se convierte en una semilla para el crecimiento de otro agregado.




Algunos científicos están proponiendo que este mecanismo no es exclusivo de las enfermedades priónicas (cuya incidencia es muy baja: un caso por año por millón de habitantes) sino que podría ser un mecanismo biológico más general que explicaría algunas patologías neurodegenerativas mucho más frecuentes. Enfermedades como las de Alzheimer, Parkinson o Huntington tienen en común la aparición de agregados proteicos dentro o fuera de las neuronas.








No se sabe si son la causa o la consecuencia de la muerte neuronal, pero se empieza a sospechar que estos agregados pueden expandirse por el cerebro siguiendo el mismo mecanismo que los priones, es decir, pervirtiendo y secuestrando las proteínas en agregados auto-perpetuantes. Ojo, esto no significa que estas enfermedades se transmitan entre personas, ni mucho menos. Pero cada vez hay más evidencias de que, en el caso del Parkinson, estos agregados pueden saltar de una célula a otra, expandiendo lentamente la “infección” por todo el cerebro. Por este motivo, estas proteínas empiezan a ser conocidas como prionoides.


Lejos de asustar al personal, si esta nueva perspectiva se confirma nos abrirá todo un abanico de posibilidades terapéuticas nuevas con las que atacar estas patologías. Se podría intentar frenar tanto la formación, como la rotura o el transporte de estos agregados, confinando así la expansión del daño neuronal y retrasando la evolución de la enfermedad.



http://pepascientificas.blogspot.com/2010/03/priones-en-tu-cerebro.html

Neurociencia de las Adicciones

¿Cómo es el proceso cerebral mediante el cual, el consumo de una sustancia evoluciona en algunos individuos hacia pautas compulsivas de búsqueda y consumo a expensas de la mayoría de las demás actividades?.
¿Qué hace que sea tan grato sentirse diferente, experimentar emociones nuevas, cambiar la percepción consciente de la realidad circundante y romper con lo cotidiano? y ¿cual es la causa de su incapacidad para dejar de tomar la sustancia?.
En ocasiones el sistema falla: Las actividades normales dejan de satisfacer. Las necesidades se hacen insaciables. Las insistentes exigencias del cuerpo te fuerzan a una repetición incesante de las acciones que le dieron alivio como rituales de autocomplacencia. El uso repetido de sustancias psicoactivas involucra e intensifica anormalmente los sistemas biológicos que han evolucionado para guiar y dirigir el comportamiento hacia estímulos cruciales para la supervivencia.
Durante el desarrollo del trastorno adictivo, el valor motivacional de la droga es mayor que el de cualquier otro reforzador natural y además, deja de estar en función de las necesidades del organismo.









http://ayudadiccion.blogspot.com/2008/11/neurociencia-de-las-adicciones.html

El Cerebro y La Cafeína

Si usted utiliza la cafeína del café, el te las gaseosas y el chocolate para revitalizar su cerebro, debe saber que podría adquirir adicción a la sustancia. Y aunque la adicción puede ser leve e inocua un precio pequeño a cambio de los beneficios, en algunos casos puede llegar a ser destructiva, desembocando en el consumo excesivo de cafeína, con sus efectos nocivos para la mente, el estado de ánimo y el organismo.

Estudios recientes demuestran que la cafeína provoca los signos físicos típicos de la adicción. En pocas palabras, produce bienestar cuando se tiene y un malestar horrible cuando falta. Recomiendo leer el articulo (comer sano las fabulosas proteinas)

No cabe duda de que la cafeína “refuerza”, dice el doctor Roland Griffiths, profesor de psiquiatría y neurociencia de la Universidad Johns Hopkins. Además, cuando se suspende abruptamente la cafeína, la persona puede sufrir los efectos de la abstinencia letargo, dolores de cabeza, depresión durante un período de pocos días hasta una semana. Esto indica que la cafeína produce adicción.

Además, no se necesita mucha para caer en sus garras. En algún momento, los especialistas pensaron que Se necesitaban más de cinco tazas diarias para producir los signos de dependencia.



http://dietasanaynutricion.com/el-cerebro-y-la-cafeina.html

La amistad tiene un sorprendente poder curativo

Por Daniel Goleman – Daniel Goleman es el autor del libro La inteligencia emocional - Aporte de Oscar Barrios del Grupo Avellaneda

NUEVA YORK.- Un querido amigo estuvo luchando contra el cáncer durante la última década o más. Incluso, con una demoledora mezcla de quimioterapia, radiación y todo el resto de las necesarias indignidades oncológicas ha seguido viviendo, a pesar de los graves pronósticos que sostenían lo contrario.

Mi amigo era ese tipo de profesor que sus estudiantes recuerdan con cariño: no sólo los inspiraba durante la clase, sino que además se preocupaba genuinamente por ellos, por sus estudios, su progreso en la vida, sus miedos y esperanzas. Un amplio círculo de ex estudiantes se contaba entre sus mejores amigos. El y su mujer siempre le daban la bienvenida en su hogar a una corriente constante de visitantes.

A pesar de que nadie pudo probarlo nunca, sospecho que uno de los muchos ingredientes que contribuyeron a su longevidad fue ese flujo de gente que lo quería.

Investigaciones en el campo de las conexiones entre las relaciones afectivas y la salud física establecieron que la gente con una rica red de amistades personales -gente que está casada, que posee una buena relación con su familia y amigos, que tiene participación activa en grupos sociales y religiosos- se recupera más rápidamente de las enfermedades y vive más. Pero ahora el emergente campo de las neurociencias sociales, que estudian cómo actúa el cerebro de las personas cuando éste interactúa con otros, agrega a esta información una pieza que estaba faltando.

El descubrimiento más importante fue el hallazgo de “neuronas espejo”, una clase de células cerebrales ampliamente dispersas que operan como “redes neuronales inalámbricas”. Las neuronas espejo rastrean el flujo emocional, el movimiento e incluso las intenciones de la persona con la que estamos, y reeditan en nuestro propio cerebro el estado detectado, al alborotar en él las mismas áreas que están activas en el de la otra persona.


Contagio emocional

Las neuronas espejo ofrecen un mecanismo neuronal que explica el contagio emocional, esto es, la tendencia de una persona a adoptar los sentimientos de otra, particularmente cuando éstos se expresan de manera vehemente. Esta conexión de cerebro a cerebro también puede funcionar respecto de los sentimientos de compenetración que, según los descubrimientos de investigaciones, dependen en parte de sincronizaciones extremadamente veloces de la postura, el ritmo vocal y los movimientos de las personas mientras éstas interactúan.

En resumen, estas células cerebrales parecen permitir la orquestación interpersonal de cambios fisiológicos.

Semejante coordinación de emociones, reacciones cardiovasculares o estados cerebrales entre dos personas ha sido estudiado en madres con niños, en matrimonios e incluso entre gente que se reúne.

Al revisar décadas de este tipo de información, Lisa M. Diamond y Lisa G. Aspinwall, psicólogas de la Universidad de Utah, ofrecen el término “unidad de regulación psicobiológica mutua” para describir la fusión de dos psicologías discretas en un circuito conectado. Hasta el momento en que esto ocurre, afirman Diamond y Aspinwall, la cercanía emocional permite a la biología de una persona influir en la de otra.

John T. Cacioppo, director del Centro de Neurociencia Cognitiva y Social de la Universidad de Chicago, hace una propuesta paralela: el estado emocional de nuestras relaciones afectivas principales posee un impacto significativo en nuestro diseño general de la actividad cardiovascular y neuroendócrina. Esto expande radicalmente la perspectiva de la biología y la neurociencia, que de enfocarse en un solo cuerpo o cerebro pasan a observar la interrelación entre dos al mismo tiempo. Vale decir, mi hostilidad hace subir tu presión sanguínea, tu amor hace bajar la mía. Potencialmente, somos los aliados o enemigos biológicos de los otros.

El sugerir, aunque sea de manera remota, que estas interconexiones tienen beneficios para la salud generará, sin duda, revuelo en los círculos médicos. Nadie puede jactarse de contar con información sólida que demuestre un efecto médico significativo de la interrelación de las psicologías.

Al mismo tiempo, ya no hay dudas de que esta misma conectividad puede ofrecer un consuelo emocional con bases biológicas. Más allá del sufrimiento físico, una presencia curadora puede mitigar el sufrimiento.

Un caso significativo es el estudio por imágenes de una resonancia magnética funcional de una mujer que esperaba un electroshock. Cuando soportaba su aprehensión sola, subía la actividad en las regiones neuronales que incitan las hormonas del estrés y también la ansiedad. Como reportó James Coan el año pasado en un artículo en Psicofisiología, cuando un extraño le sostenía la mano mientras esperaba, la mujer encontraba poco alivio. Cuando su esposo le sostenía la mano, no sólo ella se sentía calma, sino que sus circuitos cerebrales se tranquilizaban, revelando la biología del rescate emocional.

Pero tal como bien saben las personas con enfermedades crónicas severas, los seres queridos pueden desaparecer, dejándolos que enfrenten las dificultades en una soledad aislada. El rechazo social activa las mismas zonas del cerebro que generan, entre otras cosas, el dolor físico. Matthew D. Lieberman y Naomi Eisenberg, de la Universidad de California en Los Angeles (en un capítulo de Neurociencia Social: gente pensando en gente , MIT Press, 2005) propusieron que los centros cerebrales del dolor pueden ser particularmente sensibles al destierro social porque la exclusión fue una sentencia de muerte en la prehistoria humana. Afirman que en muchas lenguas las palabras que describen un “corazón roto” a causa del rechazo toman prestado el léxico del dolor físico.

De manera que cuando la gente que se preocupa por un paciente no aparece, puede ser una decepción doble: al dolor del rechazo se le suma la privación de los beneficios del contacto cariñoso. Sheldon Cohen, psicólogo en la Universidad de Carnegie-Mellon que estudia los efectos de las conexiones personales en la salud, enfatiza el hecho de que la familia y los amigos de un paciente hospitalizado ayudan con sólo visitarlo, sepan o no qué decirle.

Mi amigo llegó a un punto en que los doctores ya no saben qué más probar. En mi última visita, él y su mujer me dijeron que entraría en una residencia para enfermos terminales.

Uno de los desafíos, me comentó, sería canalizar el río de personas que quieren visitarlo en el pequeño espacio horario de una semana en el que él todavía tiene energía para verlos.

Cuando dijo esto, sentí que me desgarraba por dentro, y le respondí: “Sabes, al menos es mejor tener ese problema. Hay tanta gente que atraviesa esto sola”.

El guardó silencio durante un momento, pensativo. Luego me contestó suavemente: “Tienes razón”.

Por Daniel Goleman
De The New York Times
La Nación


http://gruporenacer.wordpress.com/2010/03/05/la-amistad-tiene-un-sorprendente-poder-curativo/

NEUROCIENCIA Y POLÍTICA

http://caobacii.blogspot.com/
Este hermoso y fundamental artículo no podía dejar de compartir con ustedes amigos lectores, del Dr. Vladimir, hijo de una gran profesional y amiga Bertha Rojas.


Nuestra vida se rige según el desarrollo de la neurociencia, la revolución neurológica avanza tal que cada día percibimos su colisión social. Ya lo dijeron: "La filosofía permite a la neurociencia conceptuar lo que esta haciendo y SERÍA ABSURDO CREER QUE LA CIENCIA SE REDUZCA AL EXPERIMENTO INGENUO, SIN NINGÚN FIN POLÍTICO".

Ponemos algunos ejemplos de como la neurociencia influyó y lo sigue haciendo en la vida de las personas y naciones, haciendo que el mundo experimente cambios, a veces inesperados.


Los anticomiciales (antiepilépticos), llamados así por referencia a las convulsiones presentadas en el comicio romano, de la cuál eran víctimas los tribunos o cónsules y que “erradamente” se atribuía a una maldición divina, permite inferir que Roma estaba gobernada por enfermos neurológicos, quienes tomaban las decisiones hacia el populorum, muchas de ellas crueles y con desacierto.


Jesucristo, predicó una religión errada anatómicamente, sugería en sus mensajes que las funciones mentales eran regidas por el corazón (amarás con el corazón misericordioso, etc), adoptando una posición cardiocentrista y no neurocentrista. Políticamente era mejor orientar el origen de las funciones psíquicas superiores a otros órganos, que no sea el órgano que transforma la naturaleza: el cerebro.


Los libros extranjeros de historia neuroquirúrgica, no consideran a los peruanos pioneros de la trepanación craneana. Es un asunto que toman con seriedad, para mantener el sometimiento cultural, pese a que en Europa las trepanaciones efectuadas en el siglo XVIII, todas fracasaron.


Garcilazo de la Vega, Guaman Poma de Ayala, Ramos Gavilán y demás cronistas nunca reportaron la trepanación craneana, de lo que podemos inferir dos cosas. Primero, una consecuencia de resistencia cultural y segundo, que fuera ocultada sistemáticamente por España, para no sentir la derrota científica.


Broca descubrió el área del lenguaje, dando lugar al localizacionismo. Así nació la idea de “hemisferio dominante” y “hemisferio no dominante”, sirviendo a las políticas opresoras y racistas. Actualmente está demostrado que no existe tal dominancia y que los procesamientos más complejos son holísticos y no localizados.


Jean Piaget planteaba que la inteligencia era heredable, entendiendo esto como algo estático. Algo así como, que de padres inteligentes hijos inteligentes y de padres no inteligentes hijos no inteligentes. Esto le costó la polémica con el joven tuberculoso Vigotsky, quien aceptaba el carácter hereditario, pero solo como una condición, y que en realidad el desarrollo intelectual dependía de la experiencia histórico-cultural de hombre. Piaget, en su servilismo a las clases pudientes, trasmitió la idea de la sumisión: padres ricos hijos ricos, padres pobres hijos pobres, etc. Vigotsky, por el contrario planteaba al igual que José Ingenieros, que el hombre era el arquitecto de su propio destino.


Muchos gobernantes no han escapado a las enfermedades neurológicas, durante el cargo y como causal de su muerte. Churchill, Stalin y Roosevelt, murieron de hemorragia cerebral. Lenin, murió de infarto cerebral y su cerebro fue estudiado, descubriéndose las enormes células piramidales jamás vistas, responsables de su genio.


Hitler, era adicto a las anfetaminas y parkinsoniano, sus guerras relámpago las había abandonado, no salía en público, ni saludaba mano en alto. El mundo estaba sometido y amenazado por decisiones demenciales, que costaron muchas vidas y cambió el rumbo político mundial.


La genialidad de Einstein fue utilizada (contra su voluntad) para someter al mundo al designio norteamericano. Desde entonces EE UU ha mantenido la política del robo de cerebros. El 20% de los trabajadores de la NASA son latinos, quienes trabajan para garantizar la opresión científico-militar norteamericano, en contra de sus pueblos.


Al capitalismo le conviene que la neurociencia diga que la gente depende solo de su cerebro y actúe cual computador dependiente de su CPU. El fin es bloquear la solidaridad internacional, poner al mundo al servicio mercantil, aceptando la exclusión cultural y económica de grupos empobrecidos, su explotación e incluso su condena. Descifrar las redes neurales, tiene interés industrial, producto del cuál es el diseño de nuevos aparatos inteligentes (computadoras, robots), intentando emular a lo biológico.


El neurocientífico peruano, Doctor Pedro Ortiz, decía que “la socialización (último paso después de la hominización y humanización), requiere una teoría ética para implantar una estrategia de moralización, que explique que toda forma de agresión, es un rezago y manifestación de lacra socializada, que debe suprimirse de la conciencia moral de las personas y los estados”.


Dr. Vladimir Cerrón Rojas



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