Ante el creciente índice de violencia y maltrato entre niñas, niños y jóvenes estudiantes es necesario impulsar una campaña que oriente, sensibilice y atienda este problema que, en algunos casos, provoca daños físicos irreversibles, señaló el Secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal, Mario Carrillo Huerta.
Al clausurar los trabajos del Seminario de Reflexión Permanente “Escuelas Conviviendo”, realizado en el auditorio del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional, el funcionario dijo que “todas y todos debemos intervenir en detener la violencia cuando se presenta y generar espacios para prevenirla”, lo que implica un importante esfuerzo de coordinación entre todos los miembros de la comunidad educativa.
Este tipo de violencia tiene serias repercusiones en las personas que lo sufren, pero también en quienes lo ejercen y observan, precisó Carrillo Huerta, tras destacar que este fenómeno no es característico de la Ciudad de México, es un fenómeno mundial que se viene presentando desde hace algunos años y no sólo atañe a la escuela, sino también, aunque en menor grado, a las familias.
Las cifras son alarmantes, en nivel primaria cerca del 80 por ciento de niños expresan estar viviendo, observando y/o ejerciendo violencia hacia y por parte de sus compañeros de escuela; en secundaria es de 63 por ciento, mientras que en preescolar la cifra llega a 36 por ciento. “No es cuestión de buscar culpas, sino de saber qué ocasiona este comportamiento negativo para resolverlo de origen”, enfatizó.
Lo anterior se desprende de un estudio realizado conjuntamente por el Gobierno del Distrito Federal y la Universidad Intercontinental en 2008 y 2009 a 2 mil 930 niños, niñas y jóvenes de 16 Cendis, 14 primarias y 15 secundarias, además de 541 adultos miembros de la comunidad escolar.
Entre las principales consecuencias del fenómeno de maltrato o intimidación se registran el alto grado de deserción escolar, aumento significativo en cuadros de depresión importantes, adicciones y, en algunos casos ya registrados en nuestro país, con daños físicos irreversibles, así como suicidios.
Incluso, las niñas, niños y jóvenes que reciben, observan y/o ejercen la violencia en pares experimentan un sufrimiento real que puede interferir con su desarrollo social y emocional, así como en su rendimiento escolar, refirió.
Por ello, la Secretaría de Educación capitalina realizó el Seminario de Reflexión Permanente “Escuelas Conviviendo”, el cual congregó de junio a diciembre a expertos en la materia y a maestros para conocer los alcances y consecuencias del llamado “bullying” o maltrato entre estudiantes de este nivel académico.
El seminario reunió en ocho sesiones a maestros, docentes, directivos y a responsables del cuidado y la crianza de niñas, niños y jóvenes; académicos y otras personas interesadas en mejorar la calidad da la convivencia, a fin de impulsar una campaña que informe, sensibilice y prevenga las situaciones relacionadas con el maltrato de este sector educativo.
En la ceremonia de clausura estuvieron presentes la Directora de Educación Básica de la Secretaría de Educación del Distrito Federal, Jacqueline Pardo Semo; Alejandra Guadalupe Barbeyto, de Ciencias de la Salud del IPN; Raúl Zuñiga Silva, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y Héctor Rivera Flores, de la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Además, la responsable del Programa de Escuela Segura de la Dirección General de Operación de Servicios Educativos en el DF, Martha Patricia Sánchez y la Coordinadora de Neurociencia de la Facultad de Psicología de la Universidad Intercontinental, Maritza García Montañez.
http://elcapitalinoaldia.blogspot.com/2009/12/sensibilizar-sobre-violencia-en.html
Al clausurar los trabajos del Seminario de Reflexión Permanente “Escuelas Conviviendo”, realizado en el auditorio del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional, el funcionario dijo que “todas y todos debemos intervenir en detener la violencia cuando se presenta y generar espacios para prevenirla”, lo que implica un importante esfuerzo de coordinación entre todos los miembros de la comunidad educativa.
Este tipo de violencia tiene serias repercusiones en las personas que lo sufren, pero también en quienes lo ejercen y observan, precisó Carrillo Huerta, tras destacar que este fenómeno no es característico de la Ciudad de México, es un fenómeno mundial que se viene presentando desde hace algunos años y no sólo atañe a la escuela, sino también, aunque en menor grado, a las familias.
Las cifras son alarmantes, en nivel primaria cerca del 80 por ciento de niños expresan estar viviendo, observando y/o ejerciendo violencia hacia y por parte de sus compañeros de escuela; en secundaria es de 63 por ciento, mientras que en preescolar la cifra llega a 36 por ciento. “No es cuestión de buscar culpas, sino de saber qué ocasiona este comportamiento negativo para resolverlo de origen”, enfatizó.
Lo anterior se desprende de un estudio realizado conjuntamente por el Gobierno del Distrito Federal y la Universidad Intercontinental en 2008 y 2009 a 2 mil 930 niños, niñas y jóvenes de 16 Cendis, 14 primarias y 15 secundarias, además de 541 adultos miembros de la comunidad escolar.
Entre las principales consecuencias del fenómeno de maltrato o intimidación se registran el alto grado de deserción escolar, aumento significativo en cuadros de depresión importantes, adicciones y, en algunos casos ya registrados en nuestro país, con daños físicos irreversibles, así como suicidios.
Incluso, las niñas, niños y jóvenes que reciben, observan y/o ejercen la violencia en pares experimentan un sufrimiento real que puede interferir con su desarrollo social y emocional, así como en su rendimiento escolar, refirió.
Por ello, la Secretaría de Educación capitalina realizó el Seminario de Reflexión Permanente “Escuelas Conviviendo”, el cual congregó de junio a diciembre a expertos en la materia y a maestros para conocer los alcances y consecuencias del llamado “bullying” o maltrato entre estudiantes de este nivel académico.
El seminario reunió en ocho sesiones a maestros, docentes, directivos y a responsables del cuidado y la crianza de niñas, niños y jóvenes; académicos y otras personas interesadas en mejorar la calidad da la convivencia, a fin de impulsar una campaña que informe, sensibilice y prevenga las situaciones relacionadas con el maltrato de este sector educativo.
En la ceremonia de clausura estuvieron presentes la Directora de Educación Básica de la Secretaría de Educación del Distrito Federal, Jacqueline Pardo Semo; Alejandra Guadalupe Barbeyto, de Ciencias de la Salud del IPN; Raúl Zuñiga Silva, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y Héctor Rivera Flores, de la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Además, la responsable del Programa de Escuela Segura de la Dirección General de Operación de Servicios Educativos en el DF, Martha Patricia Sánchez y la Coordinadora de Neurociencia de la Facultad de Psicología de la Universidad Intercontinental, Maritza García Montañez.
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