El científico colombiano Rodolfo Llinás, quien está en Colombia para recibir un premio a sus 50 años de ejercicio de la medicina y una autoridad mundial en la neurociencia.
Llinás le concedió una entrevista a un periódico bogotano en la que no habló de ciencia sino de su ciudad capital, pero dijo cosas que se pueden aplicar a cualquiera de las capitales de departamento colombianas, incluida Pereira, por supuesto.
Y en este día festivo (a propósito, si Colombia es un estado de Derecho, donde se respeta la libertad de culto ¿porqué son festivo solo las fiestas católicas?), vale la pena reflexionar sobre algunas de las afirmaciones de Llinás, que comentamos a continuación.
*Los gobernantes hablan de obras, pero nunca se preocupan por el desarrollo mental de los ciudadanos.
*En Colombia, desde la niñez, se adquieren saberes inútiles, lo que determina una forma de pensar limitada, que sólo sirve para mirar su realidad y crea una incapacidad para exigir.
*La gente va al colegio por requisito y de esa etapa recuerda con más facilidad con quién se dio trompadas o cómo eran las fiestas, que lo que aprendieron.
*Los ciudadanos aceptan lo que les dan: remiendos, obras pequeñas sin planeación ni visión de futuro; los ciudadanos se crean la falsa idea de que eso es desarrollo.
***
Colombia llega a Comenhague, a la conferencia sobre cambio climático que se extenderá dos semanas, a pedir recursos para proteger sus bosques y a defender la teoría de que el mundo industrializado debe pagar indemnizaciones, por ejemplo, a los países de la zona de influencia de la selva amazónica, pulmón del mundo.
En más de 7 millones de kilómetros de extensión, compartida por 9 países, se producen entre 90 y 140 billones de toneladas de carbono; está el 40% de los bosques tropicales del mundo y el 20% del agua, entre otras razones para protegerlo. Al año se deforestan 27 mil kilómetros de bosques.
Hay razones para pedir que los que más contaminan (China, India, Estados Unidos y Rusia), paguen compensaciones por los daños que causan a la humanidas, sobre todo cuando no están dispuestos a hacer mayores esfuerzos por bajar las emisiones de contaminantes a la atmósfera.
http://www.latarde.com/opinion/editorial/19595-de-cerebros-y-cambios-climaticos.html
Llinás le concedió una entrevista a un periódico bogotano en la que no habló de ciencia sino de su ciudad capital, pero dijo cosas que se pueden aplicar a cualquiera de las capitales de departamento colombianas, incluida Pereira, por supuesto.
Y en este día festivo (a propósito, si Colombia es un estado de Derecho, donde se respeta la libertad de culto ¿porqué son festivo solo las fiestas católicas?), vale la pena reflexionar sobre algunas de las afirmaciones de Llinás, que comentamos a continuación.
*Los gobernantes hablan de obras, pero nunca se preocupan por el desarrollo mental de los ciudadanos.
*En Colombia, desde la niñez, se adquieren saberes inútiles, lo que determina una forma de pensar limitada, que sólo sirve para mirar su realidad y crea una incapacidad para exigir.
*La gente va al colegio por requisito y de esa etapa recuerda con más facilidad con quién se dio trompadas o cómo eran las fiestas, que lo que aprendieron.
*Los ciudadanos aceptan lo que les dan: remiendos, obras pequeñas sin planeación ni visión de futuro; los ciudadanos se crean la falsa idea de que eso es desarrollo.
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Colombia llega a Comenhague, a la conferencia sobre cambio climático que se extenderá dos semanas, a pedir recursos para proteger sus bosques y a defender la teoría de que el mundo industrializado debe pagar indemnizaciones, por ejemplo, a los países de la zona de influencia de la selva amazónica, pulmón del mundo.
En más de 7 millones de kilómetros de extensión, compartida por 9 países, se producen entre 90 y 140 billones de toneladas de carbono; está el 40% de los bosques tropicales del mundo y el 20% del agua, entre otras razones para protegerlo. Al año se deforestan 27 mil kilómetros de bosques.
Hay razones para pedir que los que más contaminan (China, India, Estados Unidos y Rusia), paguen compensaciones por los daños que causan a la humanidas, sobre todo cuando no están dispuestos a hacer mayores esfuerzos por bajar las emisiones de contaminantes a la atmósfera.
http://www.latarde.com/opinion/editorial/19595-de-cerebros-y-cambios-climaticos.html
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