miércoles

MOZART, música y neurociencia

Más allá del repetido y comprobado dicho de que ‘la música amansa a las fieras’, mucho se ha escrito e investigado acerca de la forma en que las composiciones de Wolfgang Amadeus MOZART, logran un estado de relajación y concentración que otras obras de este estilo, no lo hacen.

Aparentemente, la sincronía de sus melodías, tienen un compás que produce en el que las escucha, que las frecuencias cerebrales se acoplen a un estímulo periódico.

En este caso, la influencia radicaría en empatizar las ondas Alpha de nuestra mente con el ritmo de la música mozartiana.

Estas ondas, están asociadas con estados de relajación, sensaciones agradables, pensamientos tranquilos y libres de preocupación, optimismo y una integración entre el cuerpo y la mente. Se registran, específicamente, momentos antes de entrar al sueño.

Científicos de todo el mundo, han realizado investigaciones, con niños y adolescentes, tratando de probar, con relativo éxito, que si se los mantiene durante un tiempo medianamente prolongado, escuchando la música de MOZART, obtienen mejores resultados en pruebas de inteligencia y concentración, en comparación con otros que no tuvieron el mismo tratamiento.

Esto se ha dado en llamar el famoso ‘efecto MOZART’. Por supuesto que no faltan detractores y numerosos seguidores.

La realidad es que, las creaciones de este genio musical, sin duda alguna, provocan un estado apacible y placentero. No es necesario tener un científico a mano para comprobarlo. Basta con escuchar su música.


He de confesar, que mucho me gusta la obra de este autor, más no es mi preferido.BACH, VIVALDI, CHOPIN, éste último obviamente, dada mi melancólica personalidad, están entre mis destacados.

Así las cosas, nada es extraño, en la década del ‘70 surge Donna SUMMER, una mezzosoprano, norteamericana, que se dedico a cantar música disco hasta llegar a ser llamada la “Reina de la música disco”.Tiempo después se comprobó, que no sólo su voz y sus canciones la hacían tan popular, el fondo de su música, eran unos parches acompasados, que imitaban la frecuencia cardíaca.


Esto provocaba que la melodía ingresara al cuerpo directamente siendo inevitable no moverlo a su ritmo.

La música nos acompaña a los seres humanos desde el origen de todas las cosas. Desde los frenéticos bailes alrededor del fuego de tribus milenarias hasta los sensuales pasos de un tango.

Nos invade, nos emociona, nos alegra, nos tranquiliza o nos da energía, pero siempre, existe un correlato entre ella y nuestro ser.


MOZART o BACH, VIVALDI o PAGANINI, los BEATLES o los ROLLING STONES, PAVAROTI o BONO, todo suma nada resta y así canturreando en la ducha nosotros también somos nuestra propia música.


En este caso, la influencia radicaría en empatizar las ondas Alpha de nuestra mente con el ritmo de la música mozartiana


...las creaciones de este genio musical, ... provocan un estado apacible y placentero. No es necesario tener un científico a mano para comprobarlo. Basta con escuchar su música



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