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El cantautor vuelve a estar satisfecho con las 12 nuevas canciones

"Entre mis terrores y pesadillas está subir al escenario. Sueño que me subo y estoy en 'bolas' sin saberme la letra de ninguna canción", dijo el cantautor que este martes estrena su nuevo disco, “Vinagre y rosas”.
El cantautor vuelve a estar satisfecho con las 12 nuevas canciones que se incluyen en este trabajo, un mano a mano escrito con la colaboración de Benjamín Prado.

Pero ahora, los miedos, son otros. "Entre mis terrores y pesadillas está subir al escenario. Sueño que me subo y estoy en 'bolas' sin saberme la letra de ninguna canción", confesó este jueves el músico, que publica nuevo trabajo tras cuatro años de silencio (su anterior CD fue “Alivio de luto”). El artista presentará este trabajo en una gira de año y medio, que comenzará el día 20 en Salamanca y con la que recalará "por primera y última vez" en el Madison Square Garden.

La última experiencia con una gira de directos la protagonizó junto a Joan Manuel Serrat en 2007. "El lado bueno es que ahora no tendré que darle la mitad de lo que gane a un catalán", bromeó Sabina, que se enfrentará al escenario "solo bajo el foco, sin Serrat". "Cada vez tengo más respeto al escenario, pienso si podré aguantar la gira... Quizá es exceso de responsabilidad", declaró en una nota que publica hoy el portal de Europa Press.

Más que a estar delante de 45.000 personas en cualquiera de los macroconciertos en Hispanoamérica (que visitará tras la gira en España, a partir de enero de 2010), Sabina teme, por ejemplo, cantar de nuevo en la Plaza de Toros de Las Ventas. "Va a ser la última gira grande, me despido de ese público y luego cantaré en teatros y clubs", anunció.

Muchos de sus amigos y colegas aseguran que en Vinagre y rosas está "el mejor Sabina", pero el cantante y compositor le quita importancia, aunque reconoce que el público sí está "ante el Sabina más saludable". "No sé si es el mejor Sabina, pero sí sé que estoy cerca de saber si son canciones guapas o feas, porque no me dan vergüenza", confesó un músico que siempre ha considerado que el fin de escribir una canción es el querer conquistar a una mujer. "Y a veces sirven".

La mejor canción, para Sabina, es aquella que "se acerca a lo que has soñado, cuando las haces como si fueran las que te gustaría oír en la voz de Leonard Cohen o Chavela Vargas", explicó.

Memoria

Fue probado por un equipo de cintíficos holandeses en 20 personas. El propranolol, utilizado también para tratar la hipertensión, borra los recuerdos relacionados con el miedo y permitiría tratar las fobias.

El mecanismo es simple, sólo se debe administrar al paciente una dosis de propranolol, un beta-bloqueante empleado en el tratamiento de la hipertensión, antes de la evocación del recuerdo, según el diario español elmundo.es.

Este sencillo gesto 'rompe' el proceso de reconsolidación de la memoria y ésta desaparece o permanece en el olvido y no alcanzamos a recordarla.

La ciencia descubrió que durante los primeros compases de formación de un recuerdo era posible actuar sobre ellos y hacerlos desaparecer.

Durante años, se creyó, sin embargo, que los recuerdos ya consolidados en la memoria eran inamovibles. Pero pronto numerosas investigaciones realizadas en animales dieron con su talón de Aquiles: la reconsolidación.

Cada vez que se evoca una determinada memoria, ésta puede ser modificada y, por tanto, eliminada. Ahí fue donde centraron sus esfuerzos los especialistas en la materia.

Merel Kindt y sus colegas del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de Amsterdam decidieron realizar las prácticas con seres humanos, lo que otros habían llevado a cabo en animales.

Cuarenta sujetos se prestaron para el ensayo que borraría de sus mentes un recuerdo que se les había creado mediante un sencillo ejercicio de condicionamiento del miedo (mostrándoles fotos de arañas acompañadas o no de un estímulo 'doloroso').

Un día después de la adquisición de ese miedo, la mitad de los participantes recibió un placebo y la otra una dosis de 40 mg de propranolol y se dispusieron para la reactivación del recuerdo.

Veinticuatro horas más tarde, aquellos que habían tomado el fármaco no mostraron reacción de miedo frente al estímulo (en este caso, las imágenes de arañas) en contra de lo que ocurría en el grupo del placebo.

Sencillamente, no tenían miedo a las imágenes porque no recordaban que debían tenerlo.

"Un resultado muy prometedor para el tratamiento de memorias intrusivas [aquellas persistentes e indeseadas] tales como las que suceden en el síndrome de estrés postraumático", explicó Joseph LeDoux, catedrático de Neurociencia y Psicología en la Universidad de Nueva York, uno de los máximos exponentes en este campo.

El propranolol, un fármaco consumido por millones de hipertensos en el mundo, actúa sobre los receptores beta-adrenérgicos de la amígdala (estructura cerebral relacionada con el aprendizaje emocional y la modulación de la memoria) durante el procesamiento de información emocional.

Es posible, se aventuran los autores en las páginas de la revista 'Nature Neuroscience', que "interrumpa la síntesis de proteínas de la memoria amigdalar del miedo, provocando la alteración de ese recuerdo".

Para Merel Kindt, "estos hallazgos muestran que podremos desarrollar técnicas capaces de reducir permanentemente miedos como los del estrés postraumático, fobias y otros trastornos de ansiedad", declaró.

Su trabajo es "una extensión muy importante a los seres humanos de los trabajos realizados en animales por mi laboratorio", en palabras de LeDoux, que han servido para establecer las nociones básicas de estos estudios y en los que se basa buena parte del resto de investigaciones.



http://palermonline.com.ar/noticias_2009/noticia_662_sabina1.htm

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